Tener como contraseña la fecha de nacimiento, comprar en páginas poco fiables o subir fotos de menores a las redes sociales son algunos de los errores más comunes que se cometen en Internet.

Se trata de riesgos habituales que pueden fácilmente comprometer la privacidad. Por eso, el Día Europeo por la Protección de Datos sirve como recordatorio de qué se debe y qué no se debe hacer para proteger la intimidad.

"¿A quién le van a interesar mis datos?"

A más personas de las que se cree. Se tiende a pensar que los 'hackers' solo van a por las grandes empresas, pero se trata de un tópico. Los usuarios particulares son más vulnerables y fácilmente engañables.

Además, los datos de los ciudadanos comunes resultan muy útiles para las grandes empresas, que los utilizan para crear estadísticas y hacer estudios de mercado.

"Aunque tu des tus datos gratis, un tercero los está vendiendo y ganando dinero con ellos", ha explicado Stella Luna, CEO de Pentaquark Consulting.

"Te lo mando, pero bórralo después"

Por mucha confianza que dé alguien, hay que evitar compartir las contraseñas, los datos de las tarjetas o contenido sensible. Pues, en malas manos, esto puede desembocar en un caso de 'sextorsión' o de 'phising'.

"Por una vez no pasa nada"

Esta es una gran falacia, ya que una vez es más que suficiente para que los estafadores se hagan con todos los datos de la persona. Lo mejor es, ante la duda, desconfiar.

En este sentido, hay que tener especial precaución con las redes de wifi públicas, pues es relativamente sencillo conocer la información de quienes se conectan a ella.

"Con una contraseña para todo me vale"

Este es uno de los fallos más habituales. La recomendación es cambiar las contraseñas cada cierto tiempo e intentar combinar mayúsculas, minúsculas, números y signos de puntuación.

Además, es mejor no dejarlas apuntadas, para que nadie pueda conocerlas.

"Solo lo ven mis contactos"

Esto no es del todo cierto. Aunque la persona tenga sus perfiles en redes sociales privados, sus publicaciones no tienen por qué llegar únicamente a sus contactos.

De hecho, estas pueden llegar a terceros con bastante facilidad.

"Más antivirus significa mayor protección"

Falso. No hace falta tener muchos antivirus para que el sistema esté bien protegido. Lo verdaderamente útil es contar con uno que esté correctamente actualizado.