Un vídeo grabado por el entorno de la mujer a la que su expareja le arrebató a su bebé en el parking del Monasterio de Piedra, en Zaragoza, muestra cómo fue ese momento.

Habían planificado cada detalle: el padre y el abuelo forcejearon con la madre para quitarle a la niña. Tirados en el suelo, trataban de quitarle al menor. Ella, desesperada, intenta proteger el niño: "¡No le hagas daño, por dios!".

"¡Que me lo des!", gritaba el padre, que finalmente consiguió arrebatárselo de los brazos. Las imágenes son desgarradoras y, según la Guardia Civil, el plan fue ideado minuciosamente por la familia paterna y contó además con la ayuda de un amigo de confianza.

Primero el padre y el abuelo se desplazaron hasta el Monasterio de Piedra: sabían que la madre había ido a pasar el día allí. Además, según la investigación, un abogado estaba puesto al corriente de todos estos movimientos y les habría asesorado.

Tras llevarse violentamente al bebé, se escondieron en una vivienda en Parla, propiedad del amigo. Él les proporcionaría toda la infraestructura necesaria. La abuela paterna también habría colaborado en el rapto: ella sería la encargada de proporcionar el apoyo económico para los cuidados del bebé y, presuntamente, era la que ponía al corriente de todo lo que sucedía al abogado.

Además, los agentes creen que un hermano del padre iba a manipular un vídeo del secuestro para que pareciese que todo era un espectáculo montado por la madre tras haberse arrepentido de dejar al niño con su expareja. Hay cuatro detenidos: el padre del niño, los abuelos paternos y el amigo. El bebé fue localizado en buen estado y llevado de vuelta con la madre.