El enfrentamiento se ha producido, según fuentes del centro, cuando un grupo de unas 40 personas, entre personal del centro, miembros del equipo de gerencia, profesores y vicerrectores, se ha dirigido a la zona del rectorado ocupada gritando "fuera los ocupas de la universidad" y han intentado desmontar las barricadas que tienen colocadas desde el día 17.

Los alumnos que participan en la ocupación se han resistido y se han producido momentos de tensión, especialmente cuando algunos de los okupas han intentado impedir que los medios de comunicación presentes tomaran imágenes de lo que estaba sucediendo.

En concreto, los implicados han intentado impedir que un cámara de TV3 tomara imágenes, tapándole el equipo con una chaqueta y empujándole fuera del despacho, y también han empujado y manchado a un fotógrafo del diario local Segre.

Los medios de comunicación se encontraban en el edificio del rectorado porque la Assamblea de Lletres había convocado una rueda de prensa para explicar que, aunque consideran la ocupación "legítima", han decidido abandonarla para "seguir luchando con otro modus operandi" y como forma de denunciar "la incapacidad del equipo de gobierno de la UdL de reconocer errores y llegar a un acuerdo".

De esta manera, de los cerca de 40 ocupas iniciales, continúan participando en esta ocupación unos veinte alumnos que se denominan 'Asamblea de Okupación". Este conflicto llega también después de que esta semana los dos profesores que ejercían de mediadores en el conflicto renunciasen a continuar siéndolo al considerar que las negociaciones están en un callejón sin salida.

El principal punto de desacuerdo radica en que los ocupas se niegan a comprometerse a respetar el libre ejercicio de la actividad docente, lo que supondría que la subdelegada del Gobierno en Lleida, Inma Manso, podría continuar dando sus clases como profesora asociada sin impedimentos.

Es que este conflicto empezó precisamente hace un mes, cuando un grupo de alumnos realizó un 'escrache' en el aula a Manso para mostrar su desacuerdo con la política en torno a los refugiados del Gobierno del PP. Manso reclamó que se garantizara que pudiera impartir sus clases, de manera que desde entonces la policía la acompaña al centro.

Algunos alumnos organizaron entonces concentraciones semanales para protestar por la presencia de la policía en la UdL hasta que el pasado día 17, durante una de esas protestas, los Mossos detuvieron a una alumna, lo que originó que esa noche los alumnos sublevados ocuparan el despacho del rector. El Consejo de Gobierno de la UdL celebrará el próximo lunes una reunión extraordinaria para buscar una salida a este conflicto.