Cuerpo a cuerpo contra el fuego, así han intervenido cientos de personas en los incendios de Cantabria. La situación de riesgo se producía en Saja debido a la cercanía de las llamas al pueblo. Este lunes, el punto que más preocupa es en La Alcomba, en Ramales de la Victoria, donde el foco continúa rodeando varias cabañas.

Los bomberos refrescan las laderas de las carreteras para tratar de que las llames no pongan en peligro municipios cercanos a esta zona. "De lo que se trata es de utilizar la carretera de cortafuegos y que no se pase para abajo", explica un bombero.

Por todo el monte arrasado, la Guardia Civil ya ha recopilado pruebas que demostrarían la intencionalidad de los casi 200 focos registrados desde el jueves pasado. "La Guardia Civil ha encontrado 70 mechas que son petardos que fabrican ellos mismos en casa", explica el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla. Dos personas ya han sido detenidas, una de ellas, con un mechero en su poder.

El ambiente seco de estos últimos días ha favorecido la propagación, un viento sur que alcanzó rachas de hasta 75km/h. Por eso, los brigadistas esperan la llegada en las próximas horas de la lluvia y el descenso de temperaturas provocadas por un cambio de dirección del viento que además, soplará de forma menos intensa.

Sobre el terreno, 760 efectivos trabajan a destajo. En los últimos 40 años los incendios en Cantabria se han multiplicado por cuatro, concretamente han pasado de 200, a 800.