Afganistán ha encendido todas las alarmas al verse inmerso en una realidad que el presidente de Estados Unidos calificaba de ‘imposible’ hace tan solo unos meses. La escalada de violencia, a manos de los talibanes, inicia una ofensiva contra los derechos humanos en un país donde lo caótico se traduce en terrorífico.
Con la retirada de las tropas estadounidenses, se ha precipitado la toma de Kabul por parte de los talibanes. En este escenario, la comunidad internacional intenta repatriar a su personal, junto a los afganos que colaboraron con gobiernos extranjeros. Por su parte, el presidente Asharaf Ghani ha abandonado un país que tiene a su población hacinada en los aeropuertos en un agonizante intento por huir.
¿Quiénes son los talibanes?
Los talibanes son un grupo fundamentalmente pastún, población correspondiente a la principal minoría musulmana del país (la mayoría son sunníes), que nació en los años 90. En esa etapa existía un especial interés por pacificar el territorio afgano, debido a la convulsión que le azotaba y al abandono de la comunidad internacional, como así denuncia el codirector del Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria (IECAH), Jesús Nuñez.
Tal como apunta Nuñéz, a grandes rasgos, podríamos calificar a los talibanes como un grupo local, que busca el gobierno local, a diferencia de otros grupos terroristas como Al Qaeda o Daesh. Se trata de un movimiento político-paramilitar fundamentalista del islam, que aboga por un estado islámico. Tanto su ideología como su pensamiento se extraen íntegramente de la época del Emirato, sin adaptación alguna.
Lo que está ahora en el aire es quiénes serán sus líderes en el nuevo gobierno que quieren crear. En el vídeo que acompaña este texto damos algunos nombres propios y explicamos quiénes son.
¿En qué contexto histórico nacen?
El origen del conflicto se remonta a la década de los 80, concretamente a 1989. En ese año los muyahidines lograron derrocar al gobierno comunista que la Unión Soviética había instaurado en Afganistán en 1979.
Emergen en un contexto de pacificación del territorio, con planes de expansión y comercialización petrolera por parte de potencias occidentales. El codirector delIECAH explica que Pakistán estaba muy interesado en hallar en su vecino un gobierno próximo ideológicamente, para así concentrar toda su atención en la India, su principal enemigo.
Para lograr su objetivo, reclutaron a jóvenes afganos que habían huido del país en mitad de esa convulsión y que buscaron asilo en las zonas próximas de Pakistán, concretamente en las madrasas, escuelas coránicas.
¿Cuál ha sido su evolución en el tiempo?
Los citados jóvenes fueron reclutados, financiados, armados y movilizados por esa colaboración de intereses de Pakistán y Estados Unidos, logrando así intervenir dentro de las fronteras afganas, como expone el experto en el mundo árabe Núñez. A mediados de la década de los 90, en apenas dos años consiguieron controlar más del 90% del país y llegar inmediatamente a Kabul.
Éstos logran hacerse con el gobierno del país hasta que, en octubre del 2001, Estados Unidos invade el territorio, motivado por el atentado del 11 de septiembre por parte de Al Qaeda. Los que habían sido entonces instrumentos útiles para un objetivo de Estados Unidos se convierten, a partir de ese momento, en la ‘encarnación del mal’ a ojos del mismo país, siendo perseguidos hasta nuestros días.
¿Qué objetivo persiguen en su lucha?
Lo que nos dice la experiencia acumulada, en estos más de 20 años, explica Núñez, es que los talibanes no son un grupo yihadista transnacional al estilo de Al Qaeda o Daesh, quienes buscan atacar diversos escenarios y convertir al mundo en un planeta musulmán. Es necesario tener presente que los talibanes persiguen gobernar en Afganistán, lo cual, el codirector del IECAH considera clave en el conflicto hasta ahora, parece que es una constante que han mantenido. No obstante, eso no excluye que puedan, en un momento determinado, actuar sobre otros escenarios.
¿Qué podemos prever sobre su estrategia?
Lo que parece claro es que los talibanes buscan ver Afganistán vacío de tropas extranjeras y de actores externos, para poder así gobernar con arreglo a sus propias ideas, según añade Jesús Nuñez. Por lo tanto, cabe pensar que han aprendido la lección: cuando se han asociado con grupos transnacionales como Al Qaeda han sufrido las consecuencias, siendo incluso expulsados del poder.
Desde ese punto de vista, podemos imaginar que lo que buscan ahora es intentar evitar convertirse nuevamente en la diana de actores potentes, sea Estados Unidos, que sale ahora del país, o Rusia o China en el futuro.El codirector del Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria (IECAH) comenta que solo queda por ver si se cumple ese vaticinio.
¿Cuál fue el objetivo de Estados Unidos en su invasión y cómo se ha desarrollado en el tiempo?
En octubre del 2001 Estados Unidos invadió el territorio afgano tras los ataques de Al Qaeda el 11S. Es fácil imaginar qué va a suceder porque el país ya ha tenido un gobierno talibán durante años, por lo tanto es repetición de lo que ya se ha vivido, explica Jesús Nuñez.
El objetivo de Estados Unidos en su invasión del territorio "nunca fue ni el bienestar, ni la seguridad, ni la democracia, ni los derechos humanos de los afganos", sino que constituía una "respuesta al ataque del 11S para intentar evitar, por todos los medios, que algo parecido volviera a ocurrir", relata Nuñez.
¿Qué ha motivado la retirada de las tropas estadounidenses?
El experto en el mundo árabe Jesús Núñez incide en destacar ‘la incoherencia de políticas que alimentan a un monstruo, al que creían tener controlado, hasta que tomó conciencia de su propio poder y ha intentado desarrollar su agenda”. En el presente, se están pagando las consecuencias de haber “jugado con fuego” durante mucho tiempo, tanto Estados Unidos como el resto de países que han colaborado en la estrategia estadounidense, explica Núñez.
A partir de ahí, Estados Unidos ha visto que militarmente era imposible conseguir la victoria. “Esto es algo que desde hace años era ya evidente”, opina Núñez, que añade que Biden en febrero del año pasado firmó un acuerdo con los talibanes “que no era un acuerdo de paz, sino un acuerdo de retirada”.
“Han intentado buscar una salida mínimamente honrosa pero no lo han sido”, añade el profesor. En ese punto, Núñez opina que Estados Unidos busca abandonar un escenario que no posee ya ningún interés vital para sí mismo, con la idea de recuperar margen de maniobra para atender otros problemas mayores, como son los que le plantean China o Rusia.
Los talibanes siempre dijeron aquello de “ustedes tienen el reloj, nosotros tenemos el tiempo”. Desde una visión estrictamente realista y geoestratégica, en palabras del experto Jesús Núñez, Estados Unidos entiende que allí las cosas no tienen remedio. Tal como está definido el presente de Afganistán, la potencia americana descarta cualquier tipo de interés vital en sus fronteras. Esta es la decisión que ha llevado a Biden a retirarse.
Mujer afgana
La Asociación Revolucionaria de Mujeres de Afganistán denuncia que la llegada de los talibanes al Gobierno es el fin de los derechos de las mujeres en el país. La toma del poder por parte de los talibanes hace que vuelvan una infinitud de prohibiciones, como escuchar música, reírse en voz alta o montar en un taxi, con castigos públicos que ponen en peligro su vida como la lapidación, según la organización.
A este respecto, la periodista española Mónica Bernabé asegura que, aunque ahora se hable mucho de la situación de la mujer afgana, hay que tener en cuenta que la posición de las mujeres siempre ha sido dramática en el país, con y sin talibanes. Jesús Nuñez añade que, a pesar de que podemos ver algunas imágenes de mujeres de una burguesía afgana vistiendo de forma occidental y disfrutando de ciertas libertades, son una estricta minoría que no afecta al conjunto de las mujeres del territorio.
¿Cómo es su situación actual?
En los últimos años en Afganistán, una minoría de mujeres podían trabajar y las niñas podían estudiar. Además, en los últimos años se han reabierto colegios, sobre todo en las grandes ciudades, explica Bernabé. La periodista añade que se prevé que los talibanes no tardarán en cerrar las escuelas de mujeres y asegura que no las van a dejar trabajar fuera de casa, tirando por tierra todos los avances que se habían hecho, por pequeños que sean.
La visión patriarcal y el recorte de derechos de las mujeres es algo que está muy interiorizado dentro de la vida nacional afgana, añade Jesús Nuñez. El codirector del Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria (IECAH) coincide en que, obviamente, con los talibanes va a ser peor, pero "no podemos caer en el error de pensar que venimos del blanco al negro".
¿Cómo va a cambiar con el gobierno talibán?
En este tipo de conflictos lo peor siempre se lo lleva la población civil, explica Pedro Jesús Rodríguez. En este caso para la mujer las consecuencias serán especialmente graves. Los ayatolas prohíben a las mujeres estudiar, trabajar, salir de casa sin compañía, detalla el profesor, además, volverá la imposición del burka y de los matrimonios concertados. Una situación que describe como delito contra la humanidad, “una vergüenza en el siglo XXI”.
Una de las incógnitas es saber hasta qué punto aplicarán la ley islámica. De momento no han obligado a las mujeres a cubrirse con el burka, añade Bernabé, que asegura que la figura de la mujer desaparecerá de la en la vida pública. Aun así, vuelve a insistir en que en los casi 8 años que estuvo allí no podía ni enseñar los tobillos porque era considerado un escándalo.
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