Su testimonio pone los pelos de punta. Fawad ha sido intérprete para las tropas españolas durante 15 años y él y su familia han arriesgado su vida para llegar hoy al aeropuerto de Kabul, a la espera de los aviones que debe evacuarles de Afganistán. Sin embargo, lamenta, "aún no he recibido ninguna llamada de España".

Ha explicado en 'Al Rojo Vivo' cómo ha conseguido llegar desde Herat a la capital. "En cada provincia había controles de los talibanes, se subían a los autobuses, han preguntado muchas cosas, buscando gente que trabaje con el gobierno, pero nosotros hemos respondido que no había nadie". Él se ha puesto un pañuelo rojo que le ha identificado como conductor.

"Me he puesto un pañuelo rojo en la cabeza y he dicho que ayudante de conductor", y ha añadido: "Me preguntaban, '¿Tú quién eres?' y yo les decía 'Y, ayudante de conductor'".

Su familia- además de su mujer, va con sus dos hijos y tres hijas- ha contado, que "está traumatizada". Y él confiesa que tiene miedo a que los talibanes le reconozcan como colaborado. "Si me reconocen, me degüellan", ha dicho.

También Mustafá Ayub espera ser evacuado en las próximas horas. Él ha sido intérprete durante cinco años para las tropas españolas en Kabul. Con él hay más intérpretes, entre 48 o 50, pero no hay cuantificación exacta.

"Nos han llamado, pero no sabemos cuándo van a venir. Ha salido en las noticias que vendrán dos aviones a Dubai, pero estamos esperando en la casa, no sabemos cuando van a venir", ha contado en una entrevista en la 'Cadena Ser'.

Ayub, de 39 años, tiene mujer y tres hijos (una hija de 14 años, un hijo de 13 años y otra de cuatro años. "Mis hijos entienden la situación, están muy preocupados", explica Ayub sobre la situación de su familia, y sobre su país, "nadie sabe nada en Afganistán sobre el futuro del país, nadie sabe nada".

Confiesa que tiene miedo, que aunque los talibanes "dicen que vienen en paz, van a buscar, porque tienen inteligencia y saben todo. Temo que sepan que he colaborado con el ejército español. En cinco años hemos hablado con pueblos, con gente, con el ejército afgano, y ellos lo saben todo, tienen listas.

"Un amigo trabajaba con los extranjeros en una provincia afgana, Tajar, y me dijo que en tres semanas cuando ocuparon la provincia llevaban una lista. Él no estaba en casa pero su familia le dijo que había ido a por él". "No sé exactamente cómo han llegado tan rápido", concluye.