Galicia, Asturias, Castellón o Teruel son algunas de las comunidades que están viviendo esta semana unaoleada de incendios forestales, a pesar de que la época como tal no ha empezado. Los incendios forestales son uno de los principales problemas ambientales hoy en día y una de las principales amenazas para el ecosistema. La propagación del fuego sin control en espacios naturales ha acarreado consecuencias notablemente negativas tanto para el planeta como para la especie humana.

Según datos de la organización Greenpeace, 2022 fue el peor año en cuanto a superficies quemadas, después de arder en torno a 270.000 hectáreas en un total de 57 grandes incendios forestales. El 96% de los incendios con causa conocida en España, además, han sido ocasionados por el ser humano.

Cada incendio tiene un nivel de gravedad diferente, recogido en el número de la alerta que emiten las autoridades. ¿Quién activa cada una de ellas y qué significan? Lo cierto es que de los cuatro niveles que hay, los tres primeros (del 0 al 2) son competencia de cada comunidad autónoma, concretamente del órgano competente habilitado en cada una de ellas. Sin embargo, el último nivel, el de alerta 3, lo es del Ministerio del Interior.

Entre los factores que se contemplan a la hora de determinar el grado de gravedad se encuentra "los daños ocurridos o del daño potencial que, de forma técnica y realista, se prevé que puede llegar a ocasionar (índice de gravedad potencial) y de la disponibilidad de medios y recursos dispuestos", según recoge el BOE. También entran en juego:

  • La simultaneidad temporal y/o concentración espacial de conatos o incendios forestales que pudieran tener lugar en un espacio territorial determinado.
  • La estacionalidad temporal así como la activación y puesta en servicio de los dispositivos de prevención y extinción de incendios forestales determinados en los planes.
  • Otras circunstancias de índole administrativo por razón del espacio territorial afectado, o por la intensidad y/o gravedad de las consecuencias sobrevenidas o potenciales sobre personas y sus bienes.
  • Cualquier otra a criterio de la autoridad a quien corresponda la dirección del plan activado correspondiente.
  • La suficiencia, idoneidad y disposición de los medios y recursos con los que cuente el plan para el control del incendio y/o para la atención y socorro de la población afectada.

Estos niveles de alerta fijan "las actuaciones que deben realizar los distintos órganos que componen su estructura; y los medios y recursos que se deben movilizar" para "anticipar recursos o acciones a llevar a cabo y minimizar el daño sobre la población, los bienes y el medio ambiente".

Tipos de nivel de emergencia en un incendio y su significado

  • Situación 0: uno o varios incendios forestales que pueden afectar sólo a bienes de naturaleza forestal y es posible controlar con los medios y recursos del propio plan local o de Comunidad Autónoma, e incluyendo medios del Estado.
  • Situación 1: uno o varios incendios forestales que en su evolución previsible pueden afectar gravemente a bienes forestales y afectar levemente a la población y bienes de naturaleza no forestal. Pueden ser controlados con los medios y recursos del plan de Comunidad Autónoma o, previa autorización, se requieran de medios extraordinarios para su extinción.
  • Situación 2: uno o varios incendios forestales que se contempla que puedan afectar gravemente a la población y bienes de naturaleza no forestal. Exigen la adopción inmediata de medidas de protección y socorro y puede que también sean necesarios medios extraordinarios, previa solicitud, o pueden comportar situaciones que deriven hacia el interés nacional.
  • Situación 3: correspondiente y consecutiva a la declaración de emergencia de interés nacional por el Ministro del Interior. En este caso, podrían entrar en acción desde medios extraordinarios de las Fuerzas Armadas hasta algunos de carácter internacional.

El cambio climático, una de las principales causas de incendios forestales

Actuar para frenar la propagación del fuego es fundamental, pero más aún lo es tomar medidas preventivas para evitar que ese fuego empiece. Una de las principales causas de la propagación de estos drásticos incendios es, según los expertos, el cambio climático, que trae consigo olas de calor extremas. Son estas las que hacen que la humedad de los bosques y montes se reduzca, favoreciendo así la aparición de fuegos. Los incendios, a su vez, liberan a la atmósfera numerosos gases tóxicos, como el CO2, y esto a su vez acelera tanto el cambio climático como el efecto invernadero. Tener en cuenta el funcionamiento de los ecosistemas y su diversidad estructural resulta fundamental para acabar con el desastre ambiental que ocasionan los incendios.

La matorralización de las masas forestales propias del éxodo del medio rural, así como las viviendas urbanísticas que se han ido construyendo en el interfaz urbano forestal, también contribuyen a la propagación de los fuegos. De acuerdo con las estadísticas de incendios forestales en España, se producen de media unos 17.000 incendios forestales que afectan a unas 114.000 hectáreas de superficie forestal.