Mejora generalizada
Preocupación por el avance descontrolado del fuego en Ibias (Asturias), mientras Castilla y León y Galicia evolucionan favorablemente
Los detalles El fuego se originó en Ibias a última hora de la tarde de este martes y las condiciones climatológicas han hecho que se extienda a gran velocidad. El presidente asturiano, Adrián Barbón, sostiene que el fuego ha sido "presuntamente provocado".

Resumen IA supervisado
La ola de incendios que afectó al país está mayormente controlada, aunque persisten focos preocupantes, especialmente en el noroeste peninsular. En Asturias, el incendio de San Agustín de Ibias avanza rápidamente, obligando al desalojo de localidades cercanas. El presidente asturiano, Adrián Barbón, sugiere que el incendio podría haber sido provocado. En Castilla y León, la situación mejora, aunque el incendio en Fasgar, León, sigue activo debido al viento. En Zamora, el fuego en Porto ya no representa un peligro inmediato. En Galicia, el incendio de A Pobra do Brollón ha reducido su peligrosidad. Se espera que el clima mejore la situación, aunque el viento podría complicar los esfuerzos en el noroeste.
* Resumen supervisado por periodistas.
Lo peor de la ola de incendios ya es pasado. Al menos, en la mayor parte del país, donde, tras quemarse más de 400.000 hectáreas de terreno forestal, el fuego está, predominantemente, bajo control. Sin embargo, la situación sigue siendo delicada en el noroeste peninsular, donde las fuertes rachas de viento están imposibilitando extinguir por completo los incendios.
Ibias, el incendio que más preocupa
La principal preocupación de los equipos de extinción este miércoles es la evolución voraz y descontrolada del incendio de San Agustín de Ibias, en Asturias. El fuego se originó a última hora de la tarde de este martes y las condiciones climatológicas han hecho que se extienda a gran velocidad.
De hecho, la propagación del humo obligó a desalojar durante la noche las localidades de Villamayor y Villarcebollín, ambas pertenecientes al término municipal de San Agustín de Ibias.
El presidente del Principado de Asturias, Adrián Barbón, ha asegurado este miércoles que hay indicios suficientes para considerar que este incendio ha sido "presuntamente provocado".
Castilla y León mejora
A pocos kilómetros de Asturias, en el norte de Castilla y León, la situación mejora después de casi tres semanas dramáticas. El incendio que más preocupa este miércoles en la región es el de Fasgar (León), donde el viento racheado, que ha alcanzado los 40 kilómetros por hora, está complicando la tarea de los cuerpos de bomberos en un incendio que se dio por extinguido y se reactivó el pasado domingo.
Y si León es la cruz, Zamora se lleva la cara de la moneda. El incendio de Porto evoluciona favorablemente tras 14 días activo y, aunque no está controlado ni perimetrado, no supone un peligro activo para la población, lo que ha permitido que los vecinos de cinco localidades de la comarca de Sanabria hayan podido regresar a sus hogares.
Desactivado el nivel 2 en A Pobra do Brollón
También mejora considerablemente la situación en Galicia. El incendio que más preocupaba, el de A Pobra do Brollón (Lugo), ha sido descendido del nivel 2 al 1 de peligrosidad al no existir riesgo para las poblaciones vecinas. Además, han pasado de cuatro a tres los incendios activos en la comunidad al ser controlado el foco de A Fonsagrada, que provocó el confinamiento de los vecinos de la localidad durante la pasada madrugada.
El tiempo da una tregua de 48 horas
Tras tres semanas marcadas por el calor, la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) advierte que durante las próximas 48 horas habrá una ventana de oportunidad para mejorar la situación de los incendios e, incluso, extinguir algunos de ellos.
La masa de aire frío que entrará en las próximas horas en la Península vendrá acompañada de un incremento de la humedad y de lluvias en el norte, lo que conforma un escenario ideal para luchar contra el fuego.
No obstante, también se espera que el viento sople con más fuerza en el noroeste peninsular, lo que puede acelerar la propagación de aquellos incendios que, en estos momentos, siguen fuera de control.