El agente de policía Brenden Fraser se ha convertido en un héroe local tras salvar a un bebé de 18 meses de morir ahogado, un hecho que ha tenido lugar en Detroit, Estados Unidos.

En el vídeo principal de la noticia se puede escuchar cómo los padres piden desesperados ayuda al ver que su bebé se estaba ahogando. "¡Ayúdenos, mi bebé se está muriendo!", comienzan a gritar. En ese momento, el agente acude rápidamente en su ayuda para hacer una maniobra que lo salva in extremis.

La patrulla policial estaba allí realizando un control rutinario de tráfico cuando se percató de que un coche viajaba a gran velocidad (más de 130 kilómetros por hora).

Al darle el alto, desde el vehículo una mujer muy nerviosa justificó a gritos su conducción temeraria: "Tenemos un bebé. Se nos muere". Tras estos hechos, el departamento de Policía ha informado de que el bebé ya se encuentra recuperado tras acudir al hospital.