La Fiscalía de Valencia solicita 50 años de prisión por dos delitos de asesinato para el padre de los niños asesinados en Godella, así como 25 años de internamiento psiquiátrico para la madre, según ha podido confirmar laSexta.

No obstante, el máximo cumplimiento de la pena en el caso del padre sería de 40 años, según apunta el Ministerio Fiscal en su escrito, al que ha tenido acceso laSexta. En el caso de la madre, la Fiscalía apunta que en el momento de los hechos sufría un brote agudo de esquizofrenia de tipo paranoide, por lo que solicita absolverla de los delitos y, en su lugar, pide para ella el internamiento en un centro médico.

Los cadáveres de los menores, de tres años y cinco meses de edad, fueron hallados en marzo de 2019 enterrados junto a la casa en la vivían con los presuntos parricidas, que se encuentran desde entonces en prisión provisional.

La Fiscalía sostiene que los acusados, que "compartían creencias místico-religiosas", mataron a los niños golpeándoles repetidamente en la cabeza, tras bañarlos en la piscina de la propiedad para "purificarlos".

Sostiene el Ministerio Público que ambos progenitores "creían en la regresión, en la purificación de las almas mediante baños de agua y en el renacimiento de las almas tras la muerte de los cuerpos". Creencias, apunta en su escrito, que fueron asumidas por la acusada después de que el padre la arrastrase a seguirlas.

Según la Fiscalía, estaban convencidos de que una secta les perseguía y abusaba sexualmente de su hijo, una creencia que se vio incrementada tras ser denunciados por ocupación ilegal y por el hecho de que la abuela materna de los niños estuviera constantemente pendiente de ellos, ante el temor de que pudiera ocurrirles algo a sus nietos.

La Fiscalía afirma que también fue el padre quien inculcó a su pareja que "la única forma de proteger a sus hijos" era someterlos "a un baño purificador" para a continuación "terminar con sus vidas" y "enviarlos al más allá para que posteriormente pudieran revivir".

Según la Fiscalía, "haciendo y dejando hacer el uno al otro", los dos acusados bañaron a los menores "con el propósito de purificarlos" y "les propinaron multitud de violentos golpes", provocándole sendos traumatismos craneoencefálicos que les causaron la muerte. Posteriormente, agrega, los enterraron en la parcela donde se situaba la vivienda.

Fiscalía señala que los acusados son autores materiales de los asesinatos, con agravante de parentesco, pero aprecia que concurre la eximente completa de anomalía psíquica en el caso de la madre, por lo que no pide prisión en su caso.