"¿Qué he hecho: asesinar a alguien, poner una bomba? No sé qué hacer. Me quieren arruinar la vida y sólo he llamado 'cara anchoa' a una persona", sentencia el youtuber Sergi Soler cuando recuerda el famoso bofetón por el que aún se encuentra en pleitos legales. MrGranBomba, como se le conoce entre los usuarios de la plataforma, no ve tanta gravedad en lo que hizo y apunta: "No sé cómo voy a pagar esto; si en dos vidas o tres..."

El juzgado de Instrucción número 9 de Alicante ha dictado auto de apertura de juicio oral al youtuber Sergi Soler, conocido como 'MrGranBomba', por injurias y calumnias al repartido al que llamó 'cara anchoa' y le pide que preste una fianza de 500.000 euros para asegurar las responsabilidades pecuniarias que pudieran declarase en la vista.

Así consta en el auto de la jueza, de fecha 14 de marzo, en el que señala que tras el escrito de acusación particular y solicitada la apertura de juicio oral, la ley establece acordarla a no ser que hubiera un supuesto de sobreseimiento, circunstancia que no se da en este caso.

De este modo, la jueza acuerda que el enjuiciamiento y fallo de este caso corresponde a los Juzgados de lo Penal y acuerda formar pieza de responsabilidad civil en la que se requiere al acusado y/o responsable civil para que preste fianza bastante para asegurar las responsabilidades pecuniarias que pueden declararse y que fija en 500.000 euros.

Esta fianza deberá hacerse efectiva en el plazo de una audiencia y se acuerda que en el caso de no hacerse, se proceda el embargo de los bienes suficientes para cubrir esas responsabilidades o si acreditara su insolvencia.

El youtuber 'MrGranBomba' irá a juicio por injurias y calumnias hacia el repartidor que le abofeteó tras llamarle 'cara anchoa' durante la grabación de uno de sus vídeos humorísticos con cámara oculta.

Fuentes del entorno del joven youtuber han confirmado que se ha interpuesto un recurso contra el auto de apertura de juicio y contra la fianza que se le pide y que es la que había formulado la defensa del repartidor.

Se trata de una fianza para cubrir una indemnización en concepto del perjuicio ocasionado y que aglutinaría el uso de la imagen, daño psicológico, el lucro y el daño moral, entre otros. El repartidor además le reclama una multa de unos 17.000 euros por los delitos de injurias y calumnias.

En el cruce de denuncias entre los dos protagonistas del vídeo, la Audiencia de Alicante ya condenó en junio del año pasado al repartidor a pagar una multa de 30 euros por haber abofeteado al youtuber durante la broma de cámara oculta, aunque le eximió de pagar una indemnización al denunciante.