El impacto psicológico y físico de pasar 500 días podría ser brutal para Flamini. La mujer se ha tenido que poner gafas de sol para proteger sus ojos después de tantos días en la oscuridad; todos sus compañeros iban con mascarilla para no contagiarle ninguna enfermedad porque su sistema inmune podría estar debilitado.

Su psicóloga, Lola Roldán, afirma que "ahora está en un momento de euforia, pero podría tener una bajada emocional importante". En otras experiencias de este estilo se han percibido alteraciones graves, como pérdida de densidad ósea y, según indica el enfermero Francisco Javier Fernández, "la no percepción del sol y de los días y noches podría afectarle físicamente".

También se ha registrado insomnio, dificultad para tomar la interacción social, problemas de concentración y de memoria. Sin embargo, por el momento su equipo asegura que la respuesta de Flaminia hasta ahora les ha dejado boquiabiertos. Afirman que no han documentado ninguna crisis de ansiedad, aunque ha llegado a dormir 34 horas seguidas.

Por el momento, un equipo de psicólogos la monitoriza y le está dosificando la información con cuentagotas para que tenga tiempo de procesarla.