Varios peritos que practicaron la autopsia al bebé que falleció en mayo de 2016 con signos de maltrato han explicado que la peritonitis fecaloidea que causó la muerte del niño se produjo por un "traumatismo importante como una patada o por sacudidas bruscas".
Lo han declarado en una nueva sesión de la vista oral con juzgado popular que se desarrolla en la Audiencia Popular de Madrid y que juzga por asesinato a la madre del bebé, Katherine Amelia H.G., y a su entonces pareja, John Fredy M.O.
Para ambos pide la Fiscalía, por primera vez en la Comunidad de Madrid, prisión permanente revisable. Según la versión de los peritos, esta peritonitis fecaloidea (una herida en el intestino delgado) provocó la salida de líquido fecaloidal en la cavidad abdominal durante, estiman, unas 24 horas y causó la muerte del pequeño, de 20 meses.
También han relatado que la fractura en el codo izquierdo por la que el niño había sido operado una semana antes de su fallecimiento era "bastante específica de maltrato en niños menores de 3 años" y que se produjo por "tirón o torsión".
Además, el bebé tenía varias costillas fracturadas, algo "muy difícil en niños por la flexibilidad de su tórax" y que no se produjo en las tareas de reanimación del niño, así como otras lesiones internas como un hematoma "evolucionado" en el hígado.
Todos ellos, traumatismos producidos en "varios episodios de menos de un mes de antigüedad" y que, han coincidido, provocaron el llamado "síndrome de niño maltratado": lesiones internas graves en contraposición con lesiones externas de aparente levedad.
A pesar de estas lesiones, los peritos han explicado que se trataba de un niño "sano", con "buen estado general" y que no presentaba aspecto de malnutrición.
Otro perito que ha declarado, y que realizó un informe sobre la personalidad de la madre del niño, ha relatado que esta presentaba un buen control de sus impulsos, una personalidad "madura" para sus 21 años y "un enorme cariño hacia su hijo".
El Ministerio Público señala que Katherine Amelia H.G. y John Fredy M.O., que niegan haber maltratado al niño, son responsables de no atender "los cuidados necesarios y debidos al menor" y de someterle a "continuos malos tratos" de manera conjunta o por parte de uno "con la pasividad del otro".
El menor llegó el 10 de mayo de 2016 en parada cardiorrespiratoria al hospital Gómez Ulla de Madrid, donde se intentó -infructuosamente- su reanimación durante una hora.
Esta es la primera vez que la Fiscalía de Madrid solicita prisión permanente revisable -la máxima privación de libertad incluida en el Código Penal, aprobada tras su reforma de 2015-, que hasta ahora solo ha sido impuesta por la Audiencia de Pontevedra para David Oubel, acusado de asesinar con una sierra radial a sus dos hijas.
El pasado día 10, la mayoría de los grupos se mostraron favorables a tramitar en el Congreso la derogación de esta figura después de una proposición no de ley impulsada por el diputado del PNV Mikel Legarda, para el que la figura "erosiona los principios de reeducación y reinserción social del recluso".