La iglesia del Palmar de Troya nació a raiz del testimonio de cuatro niñas, que en 1968 aseguraron haber visto a la Virgen María en las afueras de esta pedanía de Sevilla. Su historia hizo que otros fieles acudieran al lugar de la supuesta aparición, y comenzaran a tener encuentros divinos cada vez más constantes.

Tras estas apariciones, los fieles que acudían al lugar depositaron su fe en las personas que podían comunicarse con la virgen, que se hicieron llamar videntes, entre los que uno se erigió como líder: Clemente Domínguez Gómez, quien fundó la iglesia del Palmar, convirtiéndose en el primer papa en 1978.

¿Pero qué se esconde tras esta iglesia?. Muchos no dudan en calificarla de secta, ya que la organización es completamente hermética y no permite ni la entrada ni las fotografías de ningún miembro ajeno a la organización.

Algunas cosas sí se saben de esta iglesia, y es que las mujeres deben orar con el pelo cubierto por un velo, además de tener prohibido utilizar pantalón. Ver cine, vestir mangas cortas, votar o hablar con exmiembros de la iglesia palmariana son otras de las prohibiciones que tienen las mujeres en esta iglesia.

La organización ha contado con donativos de algunos creyentes millonarios que la han permitido subsistir, e incluso han canonizado a Francisco Franco, considerado el salvador de la iglesia. Sin embargo, todo parece haber acabado con la huida de Ginés Jesús Hernández, el último papa, que ha confesado haber perdido la fe y se ha marchado por amor.

Gregorio XVIII decidió dejar la orden religiosa a través de una carta dirigida a todos sus seguidores en la que ha asegurado que abandona la iglesia porque "ha perdido la fe". Está acusado de haberse llevado el dinero de la comunidad, aunque él lo niega.