En su glosa semanal que ha hecho pública el Obispado de Vic, titulada "El bautismo de los niños", Casanova recuerda que las fiestas navideñas de estos días "tienen un tono muy familiar" en las que "los niños son los grandes protagonistas".

"¡Qué diferentes son las fiestas navideñas si hay o no hay niños!, exclama el prelado vicense, que recuerda que también es diferente la vida familiar sin niños. "Aunque el pensamiento dominante que promueve el individualismo y el hedonismo es rebelde a la presencia de niños en los matrimonios y familias, retrasando su nacimiento, reduciendo el número o excluyéndolos, los que son generosos experimentan ahora, pero más en el futuro, el gran don de los hijos", argumenta Casanova.

El obispo advierte de que "en el futuro nuestra sociedad llorará por los hijos que no están; los hijos que no hemos querido y, aún más, los hijos que hemos matado con el 'genocidio' del aborto". "Los hijos son un don del Señor para las familias, para la Iglesia, para el mundo, que pide responsabilidad", añade monseñor Casanova.

En este sentido, el obispo de Vic defiende que los niños tienen que ser bautizados "para su salvación" y señala que "la Iglesia, desde sus orígenes, ha bautizado a los hijos de padres cristianos" y que "los padres y la comunidad cristiana son responsables de iniciar a estos niños en la fe recibida". "La práctica de posponer el bautizo, para que los niños puedan decidir, no se aviene con la naturaleza sagrada y la responsabilidad de los padres", critica el obispo, que se pregunta: Si un padre da a sus hijos lo mejor, ¿cómo podrá negarles la gracia del bautismo?".