La Asociación ALMA pretende ayudar a las víctimas de la violencia machista. Todavía es un prototipo y los investigadores trabajan para reducir su tamaño, con la finalidad de poder camuflarlo y hacerlo lo más invisible posible.

El dispositivo sirve para que las víctimas puedan demostrar ante la justicia que han sido maltratadas con la grabación de sonido. Si la víctima lo activa, automáticamente le llegará una señal de alerta al centro de control indicando los datos de la víctima y la localización de la misma.

Este centro de control puede estar gestionado por una central, como ocurre con el Centro Cometa que gestiona las pulseras de alejamiento, o, para una mayor eficacia, puede estar gestionado por cualquier cuerpo de seguridad, policía nacional, guardia civil o policía local.

De esta forma cada comisaría podrá gestionar directamente la atención de las víctimas que tienen asignadas. Además esto favorece su rápida inserción, ya que puede ser un sistema de seguridad implantado por el Estado o puede implantarse directamente por cualquier municipio, sin tener que esperar a que el Estado imponga su uso.

Al mismo tiempo que el dispositivo envía la alerta y localización a los cuerpos de seguridad o centro de control, el dispositivo comenzará a realizar una grabación de audio de lo que ocurre al igual que realiza el dispositivo Atenpro, que podrá usarse como prueba ante una posterior denuncia.

El dispositivo ha sido creado pensando también en las víctimas que todavía conviven con su agresor y no han tomado aún la decisión de interponer una denuncia, o aquellas a las que se les ha terminado la orden de alejamiento, sin que esto signifique que están fuera de peligro.