Tras coger a su hijo en brazos para llevarlo a casa y protegerlo de los animales, estos les siguen hasta la puerta, donde comienzan a morderles sin cesar.

La cámara recoge cómo la madre trata desesperadamente de poner a salvo al niño durante varios minutos que se hacen eternos y en los que no logran acceder a la vivienda porque la madre no encuentra las llaves.

La mujer cubre con su propio cuerpo y coge en brazos a su hijo para intentar evitar que los animales le hagan más daño. Finalmente, dos vecinos del lugar acuden con palos para espantar a los animales y ayudan a la mujer y el niño a zafarse.

El pequeño fue trasladado de urgencia al hospital, donde se recupera de varias heridas superficiales. Su padre, Spencer Bishop, ha indicado a la cadena KTLA que tiene "una gran mordedura en la cara, otra en la pierna y múltiples cortes".

"No hay palabras para explicar cómo me siento. Mi esposa es una heroína", reconoce el hombre. "Fue una batalla constante entre los animales y mi familia. Cinco o siete minutos de terror", dice el hombre, que sólo ha podido ver las imágenes una vez debido a su crudeza.