Según apunta el diario 'Mirror',
el cuerpo de Kelly Machin, de 34 años, fu encontrado en el sofá de su casa en Waldwick
Close, Leicester Forest East. Machin murió al desangrarse por las fracturas en
las costillas que le provocaron los golpes.
Los presuntos asesinos,
Natalie Bollen y William Gary Jelly, entraron en la casa de la víctima y la
agredieron con golpes porque Kelly había pinchado el balón de su hijo, que
había caído en su jardín y después lo devolvió a la parcela del niño.
"Bollen le dio tres
puñetazos en la cabeza, mientras que su padre golpeó y empujó a la señorita
Machin, haciéndola caer boca abajo y dándose un golpe", explica el abogado
William Harbage que asegura que "las lesiones fueron causadas cuando fue
atacada por los dos acusados dos semanas antes de que su cuerpo fuera
descubierto. Ella murió sola y con dolores debido a los problemas que tenía
para respirar".
Aunque la mujer no murió
en el acto, Harbage asegura que "estos dos acusados son responsables de las
consecuencias y su muerte, que equivale a homicidio".