Este sábado 31 de octubre se celebra la fiesta más terrorífica del año. Durante este día es tradición que todo el mundo se disfrace acorde con la temática del momento: el miedo. Para ello, hay diferentes opciones, como vestirse de bruja, momia, demonio, payaso, entre otros.
Sin embargo, sea cual sea la alternativa que escojas, siempre es recomendable acompañar tu disfraz de un buen maquillaje y de unas lentillas que le aporten realismo. En cuanto al maquillaje, siempre puedes coger ideas consultando nuestro artículo al respecto. Mientras que para adquirir unas lentillas puedes hacerlo en la óptica más cercana o a través de páginas web. Eso sí, al ser un artículo delicado, mejor que vayas siempre a lugares que te den confianza para evitar 'sustos' reales.
En el caso de ir a la óptica de tu barrio, es importante que llames para comprobar que tienen este tipo de lentes dado que no todas las ópticas los venden. Si prefieres adquirirlas por internet hay varias páginas web donde encontrarás lentillas de varios colores:
- En el portal web de Multiopticas tienen disponibles cinco tipos de lentillas diferentes: blancas, amarillas, rojas, negras y verdes. Todas ellas tienen un precio de 15 euros.
- También por internet puedes adquirir lentillas en General Optica. La web de la tienda de lentes y gafas ofrece lentillas en cinco colores: azul claro, rojo, blanco, negro y unas que convinan el blanco y el negro. Todas ellas se venden a un precio de 22 euros. También puede adquirir lentillas de colores graduadas en esta web.
Consejos para emplear lentillas
Una vez que has comprado las lentes, es importante que tengas en cuenta las siguientes recomendaciones, que recoge la página web de la óptica Afflelou.
- Lávate las manos antes de colocarte las lentillas. Así evitarás cualquier infección
- Es recomendable ponerse primero las lentillas antes de maquillarnos. A la hora de retirar el maquillaje, es aconsejable quitarse primero las lentes.
- Las lentillas son personales e intransferibles.
- No utilizar las lentillas más tiempo del que recomienda el fabricante del producto o tu óptica: no suele ser superior a las ocho horas.