La sonrisa de Chari inspiró a las demás compañeras de sesión y de lucha. Dos días después de posar para su foto Chari perdió la batalla contra el cáncer. Ahora, sus 17 amigas llevan su sonrisa por bandera de una guerra que todavía tiene muchos frentes por atacar.
Ángela Claverol, presidenta de la Asociación Amama, lleva años enfrentándose a un cáncer de mama con varias recidivas. "Queremos demostrar que por mucha fachada que tengamos, muy pintaditas que nos pongamos, arrastramos mucho de detrás", afirma Ángela.
Loli Tudela ha pasado dos cánceres en un año, ahora dice estar estupenda pero sabe que "el camino no ha acabado". "Pues para adelante, esta es la segunda, yo me veo muy guapa, que todo el mundo vea las cicatrices que nos quedan", asegura esta superviviente de cáncer de mamá.
Pilar Giráldez ya ha sido dada de alta y aunque le costó desnudarse ante la cámara sabía que la razón pesaba más que el pudor. Por eso, Pilar sostiene que "quedan secuelas físicas y también psíquicas, hay que darle visibilidad a lo que tenemos".
Cada foto es una historia de superación, pero para las redes sociales no son más que contenido pornográfico.
"No estamos hablando de pornografía ni de sexualidad. Estamos hablando de unas cicatrices que hay, que existen y que van a existir", explica la fotógrafa, Yolanda Rodríguez.
Una de cada ocho mujeres es diagnosticada de cáncer de mama y en un futuro dicen que será una de cada cuatro. Por eso, la concienciación y la investigación siguen siendo una asignatura obligada.
"Por eso nos da tanta rabia que censuren nuestras fotos", manifiesta la presidenta de Amama.
Una rabia que suma fuerzas a su batalla. Ellas seguirán exponiendo, recorriendo hospitales y visitando pacientes. En unos meses quieren hacer un calendario ya que las redes sociales no van a frenar lo que la enfermedad no puede.