Más de 400 especies viven en el Delta del Ebro, lugar que se ha convertido también en el hogar de 200 especies exóticas, se consideran invasoras y su número no para de crecer.

"Hay bastantes, más del 50%", explica Josep Queral, técnico del Parque Natural del Delta del Ebro.

No sólo preocupa la superpoblación, sino también la convivencia. "Son especies muy problemáticas que suelen ser plagas en otros sitios del mundo", añade Queral.

El listado es largo: siluro, cangrejo azul o caracol manzana... así hasta 200.

Son reconocidas y contabilizadas en un proceso en el que se controlan para que no interfieran en el crecimiento de las autóctonas. "Si coges una especie invasora en las fases iniciales es mucho más fácil controlarla", sostiene Natividad Franch, encargada del Área de Protección del Parque Natural del Delta del Ebro.

Consiguen detectar especies como la Gambusia. "Va a traer bastantes problemas para la conservación de las autóctonas", subraya Quim Pou, técnico del Parque Natural del Delta del Ebro.

Para garantizar su supervivencia se meten en los humedales, un trabajo de seguimiento que se hace a mano porque toda prevención es poca para conservar la belleza de la naturaleza.