El centro de acogida de la isla italiana de Lampedusa, próxima a las costas africanas, se encuentra completamente desbordado tras la llegada de más de 2.200 migrantes rescatados en el mar Mediterráneo en el último día, cinco veces más de su capacidad.
Las cifras dentro de esta instalación están en continua evolución, según confirman a EFE fuentes internas, ya que durante esta noche en Lampedusa han desembarcado 19 barcazas procedentes del norte de África con alrededor de 705 migrantes a bordo.
La Guardia Costera italiana ya advirtió en la tarde de ayer lunes que la noche sería intensa dada la presencia de al menos veinte embarcaciones con inmigrantes alrededor de la isla, testigo de una nueva oleada en el Mediterráneo central desde la costa de Túnez.
Así, tras otra ajetreada noche de rescates, dentro del centro de acogida de Contrada Imbriacola, en Lampedusa, había más de 2.200 inmigrantes, pese a que solo tiene capacidad para 400 (y en toda la isla hay menos de 6.000 habitantes).
Las organizaciones humanitarias que los asisten, como Save the Children, han denunciado la precaria situación higiénica que se vive en sus cinco pabellones, delimitados por una reja alta y vigilados en todo momento desde lo alto por el Ejército.
Las autoridades tratan de aliviar la situación de hacinamiento en este lugar con traslados de inmigrantes a la cercana isla de Sicilia, en concreto a la ciudad de Porto Empedocle. Se espera que en las próximas horas sean trasladados al menos 700 inmigrantes.
Ya la pasada noche un centenar de migrantes, entre ellos algún niño, fue sacado de la pequeña isla de Lampedusa a bordo de un carguero, mientras llegaban a puerto otros 47 salvados por el barco humanitario de la ONG española Open Arms.
Se espera que el ministro del Interior italiano, Matteo Piantedosi, visite el centro de acogida, que mantiene un ritmo frenético tras las últimas llegadas, mientras el resto de Italia descansa en una jornada de fiesta, con motivo del Día de la Liberación.
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