"Nos dicen que los chicos no se enferman y era mentira". Es el lamento de la familia de Julieta, una niña argentina de tan solo ocho años fallecida por coronavirus tras nueve días hospitalizada.

Sus padres han relatado su dramático caso al diario 'Clarín', que recoge que la pesadilla de esta familia de Lanús (Buenos Aires) comenzó con la aparición de unas pequeñas manchas en la piel de la pequeña.

Su madre se había contagiado de COVID-19 unas semanas antes y, aunque el padre y la hermana mayor sufrieron síntomas durante el aislamiento de la familia, no así Julieta. Pese a ello, el pediatra atribuyó a la erupción a una reacción alérgica y las manchas desparecieron pasados unos días.

Sin embargo, pasados 20 días de aquello la niña empezó a experimentar síntomas gastrointestinales y fiebre muy alta. En el hospital les dijeron que su radiografía mostraba "un puntito de una neumonía" y la mandaron a casa con un antibiótico.

Pero Julieta empezó a sufrir vómitos y sus padres la llevaron de vuelta al hospital, sus síntomas se agravaron y fue ingresada. Según el testimonio de su madre, la médica en un primer momento no dio importancia a la mancha en el pulmón que aparecía en la radiografía, pero, al ver la foto de la erupción cutánea que había sufrido semanas atrás, les confirmó que era un síntoma de COVID-19.

Los resultados de la prueba diagnóstica corroboraron que la niña era positiva en coronavirus. Días después, los médicos les informaron de que sufría neumonía. Posteriormente, Julieta tuvo que ser intubada y los médicos le indujeron un coma. Finalmente, la pequeña fallecía el pasado 9 de julio.

De acuerdo con 'Clarín', la niña murió por síndrome inflamatorio multisistémico provocado por el coronavirus. Sus padres, destrozados, piden que se vacune a todos los niños y lamentan que los médicos no supieran identificar los primeros síntomas de su hija: "Nos dicen que los chicos no se enferman y era mentira. Si hubiéramos sabido antes lo de las manchitas, esto sería todo muy distinto", sostienen.