Eloísa escapó de su marido hace 11 años: "Escapé de las palizas y de los chantajes. Por nada te pegaba y pegaba a los niños también", afirma. Fue después de una de esas múltiples palizas, cuando su hijo mayor le dijo que su padre la "iba a matar". En ese momento, cuenta: "Cogí a mis hijos y me fui". Y huyeron. Sin embargo, ella acabó en la calle. "Perdí el trabajo y la casa", recuerda.

Como Eloísa, el 70% de las mujeres sin hogar han sufrido violencia machista, según un estudio de la Universidad de Barcelona. La huida del entorno las expone a esta otra experiencia traumática. "La vida en la calle es como estar en tu casa, escondiéndote y con inseguridad. A mí me echaron spray en los ojos. Yo he pasado miedo, pánico", expresa la mujer.

Piden albergues femeninos para prevenir agresiones sexuales

En los albergues, la situación, tal y como indica Eloísa, "empeora porque no hay sitio; hay muchos hombres y muy poco espacio para las mujeres y hay hombres que se te acercan y te ofrecen dinero a cambio de sexo".

"En los albergues hay hombres que se te acercan y te ofrecen dinero a cambio de sexo"

Los expertos coinciden en la necesidad de crear albergues femeninos para prevenir las agresiones sexuales a las que se exponen. Clara Anaya, coordinadora de la Fundación 'Lola, no estás sola', afirma que "lo que se encuentran las mujeres que se quedan en la calle es un espacio masculinizado, donde son minoría y es más fácil que reciban abusos".

"Las políticas sociales que tenemos no están enfocadas en perspectivas de género", señala, por su parte, Virgina Matulic, profesora de la Universidad de Barcelona.

Para evitar estos abusos, muchas de ellas establecen relaciones con hombres a cambio de protección porque, tal y como manifiesta Clara Anaya, "es mejor que haya un hombre solo que esté con ellas que estar al alcance de cualquiera, por lo que prefieren elegir a uno". Sin embargo, su dependencia afectiva contribuye a cronificar la violencia.