La Justicia italiana se ha pronunciado sobre el caso de Juana Rivas. El juez que llevaba el proceso penal en primera instancia en el Tribunal de Cagliari ha decidido que la custodia de los menores vaya a parar en exclusiva a la expareja de Rivas, Francisco Arcuri.

No obstante, el magistrado ha apuntado en la sentencia, a la que ha podido tener acceso laSexta Noticias, que la madre de los pequeños podrá seguir viéndolos, pero con condiciones: un fin de semana de cada dos si vive en Italia, y uno de cada cinco si vive en España.

Arcuri tiene la custodia provisional de los niños desde agosto de 2017, pero no fue hasta el pasado mes de octubre cuando volvió con sus hijos al municipio italiano de Carloforte, en el sur de Cerdeña, después de que Rivas se negara en varias ocasiones a entregárselos.

La sentencia es demoledor. La decisión se ha tomado con base en el informe psicosocial emitido por la profesional designada por el magistrado el pasado otoño; según él, la madre tenía un "funcionamiento mental patológico", manipulaba a sus hijos y les disponía en contra del padre. Se trata del informe analítico principal en el que se ha fundado el juez para decidir. En él se añade que la mujer "ha demostrado grandes habilidades manipuladoras hacia los menores" y que "su enfoque no parece estar en los niños, sino en la violencia de género sufrida".

Justo hace una semana, la Audiencia Provincial de Granada ratificó los cinco años de prisión dictaminados por el juzgado 5 de lo Penal de la ciudad para ella, por sustracción de sus dos hijos a lo largo de 14 meses, entre 2016 y 2017.

Ahí comenzó el conflicto que llegó a provocar manifestaciones en Granada y en diversas ciudades españolas, al alegar Rivas que su ex marido la había agredido y denunciarle por malos tratos en España. Pese a que Arcuri fue condenado por malos tratos en 2009 y cumplió su pena, la nueva denuncia de Rivas no tuvo recorrido ninguno, pero la mujer mantuvo a los niños con ella casi un año más hasta devolverlos a su padre en agosto de 2017. Ahí se generó un importante movimiento social para ampararla, fundametalmente por el movimiento feminista.

Precisamente, días antes de este desenlace la defensa de Juana Rivas presentó una serie de cartas donde el hijo mayor de la mujer denunció un presunto maltrato de Arcuri: "Quiero seguir viviendo. Por favor que alguien me saque de aquí".

El menor había descrito la convivencia con su padre como "una peli de miedo", razón por la que Rivas presentó una denuncia contra su ex por maltrato al hijo pequeño. Ante esta demanda Arcuri reaccionó negando haber maltratado a sus hijos, y achacó a un "accidente doméstico" la denuncia de Juana Rivas