El juez que investiga el ataque perpetrado en dos iglesias de Algeciras, donde un hombre asesinó este miércoles a un sacristán e hirió a un sacerdote, cree que podría estar relacionado con el "salafismo yihadista". Así lo recoge el magistrado de la Audiencia Nacional Joaquín Gadea en el auto por el que autorizó el registro del domicilio del detenido, un documento al que ha tenido acceso laSexta.

En su auto, el magistrado apunta que los hechos, desde la provisionalidad del momento procesal actual, podrían ser calificados como un delito de asesinato y lesiones con instrumento peligroso con fines terroristas -recogido en el artículo 573 del Código Penal- "al poder estar relacionada la acción" del detenido, identificado como Yassine Kanjaa, con el "salafismo yihadista".

Aunque esta primera tipificación se realiza sin perjuicio de una ulterior calificación de los hechos delictivos, cabe destacar que la pena para este delito es la máxima que contempla el Código Penal, que lo castiga con prisión permanente revisable.

Asimismo, apunta el juez que "la intención de alterar la paz pública mediante la ejecución de actos de terror" sería "la que habría podido motivar la actuación criminal" y aprecia "una voluntad terrorista en la acción del detenido", por lo que los hechos serían competencia de la Audiencia Nacional.

La secuencia de los hechos

Por otra parte, el auto de registro recoge el relato policial de los hechos, según el cual Kanjaa accedió a la Iglesia de San Isidro en torno a las 18:30 horas e inició allí una discusión con los feligreses a quienes dijo "de forma vehemente" que "la única religión que hay que seguir es la religión islámica".

El ahora detenido abandonó el templo "profiriendo mensajes en árabe" y regresó posteriormente al lugar a las 19:40 horas, profiriendo "gritos en árabe" en el exterior de la iglesia. Posteriormente, utilizando "un machete de grandes dimensiones", agrede "de forma súbita" al sacerdote, "causándole lesiones de gran gravedad". Igualmente, añade el auto, intenta atacar a uno de los testigos allí presentes.

Kanjaa, continúa el auto, huye entonces del lugar y se dirige a la cercana iglesia de La Palma, donde se encontraba el sacristán, que en ese momento estaba abandonando el lugar por una puerta trasera. Es entonces cuando el ahora detenido "inicia varias acometidas" contra la víctima, "causándole unas primeras lesiones".

El sacristán intenta huir, pero es alcanzado por el atacante en la Plaza Alta: allí, "una vez que le tiene en el suelo, sujeta la catana con ambas manos y alzando la mirada al cielo y gritando unas palabras en árabe entre las que se escucha la palabra 'allah' le asesta una última estocada mortal".

Tras esto, y "de forma muy tranquila", el atacante intenta acceder a la Ermita Europa situada en esa misma plaza, pero es detenido por la Policía Local. El auto recoge asimismo que, tras su detención y traslado a un centro médico, "en reiteradas ocasiones profiere gritos de 'Allahu Akbar'".