El caso del médico del Gregorio Marañón y su mujer detenidosel pasado mes de marzo en Colmenar Viejo (Madrid) por maltratar a sus ocho hijos menores ha dado un nuevo giro. El juez ha retirado la orden de alejamiento del padre respecto a la madre, tal y como esta había solicitado el pasado mes de abril.

Argumentó que en los 16 años de matrimonionunca había sufrido ningún tipo de maltrato, ni físico ni psicológico. "Nunca he sido maltratada. La situación me supera. Yo soy una buena madre, señoría. Me dedico 24 horas al día, 365 días al año. Yo no trabajo desde hace 16 años, solo me dedico a casa. Discutir, discutimos.. pues como una familia normal. Les ponemos a pensar o les quito los juguetes", explicaba ante el juez.También sigue negando que su marido maltratase a sus hijos, tachando de "inciertas" las acusaciones vertidas por los menores.

Ahora, el juez ha decidido retirar esta orden de alejamiento confirmando que la mujer ha expresado en sede judicial de forma "firme y sin titubeos", "sin fisuras" su deseo de que cese la orden frente a ella.

No ve un "riesgo objetivo y presente" para la mujer, "al contrario de lo que podría decirse de cesar la protección de los menores frente a sus progenitores". En cualquier caso, señala, el juzgado atisba una "mejor coordinación entre ambos investigados en su estrategia defensiva frente al proceso que se cierne frente a ellos por el delito de violencia doméstica".

Una de las menores contó que su padre daba "guantadas" a su madre

Una de las menores contó a la policía que a veces, su padre también pegaba "guantadas" a su madre: "Le da a mi madre guantadas. A veces le amenaza con irse de casa, le dice que ella es una mierda, que no vale nada, que hace el vago todo el día, y eso es mentira porque mi padre no lo ve, pero mi madre sí que trabaja y se ocupa de nosotros", recoge la testificación policial.

Esta misma menor también habría contado que su madre lloraba cuando el padre pegaba a los hijos. "Mi madre dice que aguantemos, que a los 18 nos larguemos y que aguantemos lo que nos queda", llegó a explicar la chica.

Los niños continúan en un centro de acogida y poco a poco irán declarando todos en el juzgado de Colmenar Viejo. Esta cita está prevista para los días 1 y 2 de junio. De momento, solo se ha recogido el testimonio de las dos mayores, de 12 y 14 años.

También han declarado por este caso el director del colegio de los menores, que califica a la menor que denunció el presunto maltrato de "fantasiosa", una vecina de la familia, un primo cercano y la madre de una amiga de la menor, que explicó que les había contado que el padrepegaba a los niños el día de las notas.

De hecho, fue a raíz de la denuncia que esta hija hizo en el colegio sobre la situación que vivía junto a sus siete hermanos la que desencadenó todo. Tras vigila las inmediaciones del domicilio familiar durante un tiempo, el pasado 20 de marzo, el Equipo de Policía Judicial de Colmenar registró el domicilio.

Una vivienda insalubre

La vivienda presentaba un estado de insalubridad entodas las dependencias a excepción del despacho del padre. De los dos baños existentes, solo uno de ellos era utilizado, encontrándose sucio y lleno de enseres.

La cocina presentaba un aspecto "deplorable", sin limpiar y en una situación higiénico sanitaria pésima. Los pequeños estaban "malnutridos" y debían estar encerrados en una habitación, sin poder salir al salón.

Lo que los menores contaron a la Policía

Según el relato de algunos de los menores a la Policía, una declaración a la que laSexta tuvo acceso, el padre les pegaba con utensilios de cocina como un rodillo de cocinar o un sacacorchos o que les daba "con la mano abierta" por, por ejemplo, encender la televisión, algo que tenían prohibido.

También contaron que cuando les castigaban, les encerraba en el sótano y los tenía allí durmiendo, durante días, a veces sin comer.