La Guardia Civil ha hallado los cadáveres de un matrimonio de ancianos en una finca rústica de Llucmajor, en Mallorca, con indicios de muerte natural ocurrida hace varios días y con mordeduras de perros posteriores al fallecimiento.

Una de las hijas ha avisado, después de no mantener contacto con ellos desde las pasadas Navidades, a los servicios de emergencias de que había hallado a sus padres fallecidos y la Guardia Civil se ha hecho cargo de la investigación, en la que se ordenará la realización de la autopsia a los cadáveres para determinar las causas del fallecimiento.

Todo apunta a que el hombre pudo fallecer en primer lugar, por causas naturales, y la mujer, que dependía de él por padecer alzheimer, murió días después, ha informado el instituto armado. La pareja hacía ya aproximadamente dos meses que había fallecido, un tiempo en el que sus familiares no se habían interesado en ellos.

La pareja de ancianos vivía acompañada de varios perros que, al verse sin comida por el fallecimiento de ambos, terminaron por comerse parcialmente los cadáveres en un intento de sobrevivir. Se descartó por completo la posibilidad de que ésta fuera la causa de las muertes y que los perros fueran ejemplares violentos.

De los siete perros que convivían con la pareja de ancianos fallecida, dos murieron antes de que se descubrieran los cadáveres y los otros cinco se encontraron en un pésimo estado de salud, especialmente por la desnutrición.

La consellera de Servicios Sociales y Cooperación, Fina Santiago, ha confirmado que las dos personas mayores que han sido encontradas muertas en Llucmayor habían sido detectadas por los servicios sociales, si bien el matrimonio "rechazó acogerse al servicio de ayuda a domicilio y teleasistencia" que se les ofreció desde la administración.

En declaraciones en los pasillos del Parlament, Santiago ha relatado que los servicios sociales ya tenían conocimiento de que "estas dos personas vivían solas y que la mujer padecía alzheimer", después de que "la anciana se perdiera un día por el municipio y fuera detectada por la Policía Municipal, que le acompañó hasta su casa". Según ha detallado, en ese momento "la Policía Municipal hizo un informe que trasladó a Servicios Sociales, que se puso en contacto con la pareja de ancianos para prestarles la ayuda".

La consellera ha constatado que se trata del segundo caso de este tipo que ocurre en los últimos meses en las Islas. "Ahora estamos ante el caso de unas personas mayores que han muerto solas, que habían sido detectadas por los servicios sociales, pero que no se ha podido llegar a las necesidades que requerían", ha precisado.

Ante ello, Santiago ha indicado que "estamos en una situación de necesidades propias del siglo XXI, pero aún no tenemos servicios sociales del siglo XXI", ya que, tal y como ha indicado, "en este momento los servicios sociales están dando respuesta a todas las solicitudes de entrada, pero los trabajos comunitarios no están llegando", ha lamentado.

Santiago ha explicado que "posiblemente con más recursos, se hubiese insistido más en estos casos, llevando a cabo un trabajo de aproximación, que es lo que se hace desde los trabajos comunitarios". En este punto, la consellera de Servicios Sociales ha afirmado que el "reto" es apostar por el trabajo social comunitario, un servicio que permite acercarse a personas para intentar convencerles de que necesitan ayuda. "Se puede hacer un trabajo de convencimiento y para ello se necesitan profesionales, insistencia, etc.", pero en este momento "los servicios sociales no tienen la estructura para dar respuesta a esta demanda silenciada", ha apostillado.