La familia de Silvia Idalia quiere que se cierre la clínica donde se operó o, al menos, que los pacientes sean informados de lo que a ella le pasó. La jovenmurió este fin de semana después de tres meses en coma tras una intervención estética.

Su pareja ha explicado a laSexta que, al menos, pudo estar con ella consciente en sus últimos días: "Al principio está aturdida, pero luego te das cuenta que está totalmente consciente. A mí me permitió tener unas ventanas de tiempo con ella muy bonitos para compartir amor y comentarios. Estaba totalmente lúcida. La verdad es que ella quería salir de aquí lo antes posible. Tenía sueños".

Daniel Poyato asegura que la clínica donde se operó se la vendieron como una de las mejores. "Las reseñas en internet son fantásticas. Lo que hacen es atrapar y engañar a la clientela que viene pensando que es la mejor clínica del mundo", critica.

Con la misma entereza que demostró Silvia Idalia, su pareja libra una batalla judicial con un objetivo claro: "El cierre cautelar de la clínica hasta que se investigue lo ocurrido para evitar que esto le pase a más personas".

Poyato denuncia también que su pareja sufrió abandono en el seguimiento postoperatorio ya que no se le "practicaron analíticas" y "no se le hizo ningún diagnóstico ni a tiempo ni el oportuno ni el necesario para haber detectado que tenía una gran infección en su cuerpo".

En esta línea reclama que las instituciones vigilen este tipo de clínicas: "Hoy por hoy no hay una fuente verídica que te pueda decir si esa clínica es buena o mala. Para ello, tienen que mediar las instituciones. Hacer una base de datos genérica, nacional, bien controlada, bien auditada". Silvia no es la única, hay varias denuncias y dos muertes que se están investigando.