Según han informado fuentes de la investigación, la expareja de urbano hallado carbonizado en el maletero de su coche el pasado jueves 4 de mayo en el pantano de Foix (Barcelona) y su supuesto amante, ambos detenidos el sábado 13 de mayo como presuntos autores del crimen, han pasado a disposición judicial.

Los Mossos d'Esquadra detuvieron a la expareja de la víctima y a su actual amante, ambos agentes de la Guardia Urbana de Barcelona, acusados de matar a un miembro de la policía local barcelonesa después de que, supuestamente, éste descubriera que mantenían una relación sentimental a sus espaldas.

El agente detenido, de 36 años de edad, fue condenado en 2013 por un juzgado de Barcelona a una multa de 300 euros y a una indemnización de 600 euros por una falta de lesiones por agredir a un mantero de origen senegalés en un dispositivo de la Urbana contra la venta ambulante, según las fuentes.

El urbano fue detenido cuando estaba de servicio en la comisaría de la Urbana en la Zona Franca, donde sus superiores le pidieron que entregara el arma y se personara en el despacho de los mandos, donde le esperaban los Mossos d'Esquadra, que le arrestaron, en una actuación en el que el detenido estuvo en todo momento muy tranquilo, según las fuentes.

Por su parte, la detenida, Rosa, de 33 años de edad, había sido investigada junto a los miembros de su unidad que participaron en agosto de 2014 en un dispositivo contra la venta ambulante en Monjuïc, ya que uno de los manteros, de origen pakistaní, falleció por las lesiones sufridas tras caer por una zona acantilada mientras huía de los agentes.

La investigación judicial se acabó archivando al determinar los Mossos d'Esquadra que el vendedor ambulante cayó accidentalmente, sin que interviniera ningún agente de la Urbana. La agente ahora detenida resultó herida en la pierna en aquel episodio de agosto 2014, ya que el mantero la agredió con una arma blanca y le causó un corte de poca gravedad.

En este enrevesado caso, que ha provocado una profunda conmoción en el cuerpo de la Guardia Urbana de Barcelona, el agente fallecido, Pedro, también fue acusado en agosto pasado por agredir a un motorista que se saltó un semáforo en la carretera de l'Arrabassada de Barcelona, si bien la causa se acabó archivando porque el joven retiró la denuncia tras alcanzar un acuerdo extrajudicial.

El agente fallecido, que estaba de baja para recuperarse de una operación en la espalda, fue apartado de la Urbana por ese incidente con el motorista, aunque al archivarse el caso se podría reincorporar pese a que le habrían impuesto medidas disciplinarias, como el cambio de destino.

Paralelamente, la agente detenida tenía que acudir precisamente a un juicio en el que figura como víctima y denunciante de un caso de "pornovenganza", si bien la vista se pospuso el pasado jueves a instancias de su abogado, que ha dejado ya de representarla, según las fuentes consultadas.

En este caso, la agente denunció a un urbano con quien salió durante unos meses por distribuir fotos de contenido sexual suyas a sus contactos en el correo electrónico, ya que el denunciado, que posteriormente ascendió a subinspector, conocía su contraseña.

La detenida también sorprendió por su frialdad el viernes 5 de mayo a los Mossos d'Esquadra que le tomaron declaración durante varias horas tras el hallazgo del cadáver, aunque no fue detenida hasta una semana después, después de que varias pruebas la incriminaran a él y al otro agente, entre otros el rastro de sus teléfonos, que aparecen en la zona del pantano de Foix donde se halló el cadáver, según las fuentes consultadas.