La Fiscalía y la coacusación han reconocido la "dificultad" de demostrar la premeditación en el juicio al español Daniel Sancho por el asesinato del cirujano colombiano Edwin Arrieta, tras concluir este miércoles su turno con la participación de una treintena de testigos.

"Lo he dado todo en el caso y estoy satisfecho. No estoy seguro de si se llegará a la acusación de asesinato premeditado. De todos modos, fue difícil desde el principio", ha asegurado a EFE el fiscal del caso, Jeerawat Sawatdichai.

"Puede ser premeditado o no, porque el camino de la investigación para llegar a la premeditación es difícil. No solo en este caso, sino en todos los de asesinato premeditado en general", ha añadido el fiscal.

La Fiscalía acusa a Sancho, de 29 años, del asesinato premeditado de Arrieta, castigado en Tailandia con una condena máxima de pena de muerte, y de otros dos delitos: la ocultación del cuerpo, por el descuartizamiento del cadáver, y destrucción de documentación ajena, en cuanto a la desaparición del pasaporte del colombiano.

En la primera sesión del juicio oral el pasado 9 de abril en el Tribunal Provincial de Samui (sur de Tailandia), Sancho se declaró no culpable del asesinato premeditado y aceptó los otros dos cargos.

Por su parte, el abogado en España de la familia de Arrieta, Juan Gonzalo Ospina, quien ha declarado como único testigo de la coacusación en representación de los allegados de la víctima, ha subrayado antes de entrar en la sala "la dificultad" del proceso a la hora de demostrar la premeditación.

"El Ministerio Fiscal y la coacusación estamos solicitando que sea condenado por un asesinato con premeditación o sin premeditación. Es importante porque la familia considera que lo que hizo Sancho fue acabar con la vida de Edwin con una idea preconcebida antes de viajar a Phangan", ha indicado Ospina.

"Sin embargo, esto es la dificultad que tiene este procedimiento y no tenemos ningún interés personal en la causa, simplemente que se haga justicia (…) Y que el juez determine si lo que hizo Sancho tuvo un plan prestablecido o no", ha añadido.

En caso de que la premeditación no llegase a ser demostrada se descartaría la pena de muerte, pues Tailandia la contempla para el asesinato con premeditación pero no sin ella, y se produciría una rebaja considerable de la posible condena.