Turismo del alto riesgo

Los expertos alertan del peligro de los tiburones tras un ataque mortal en Israel: "Son una máquina de guerra, no una mascota"

El contexto
Un hombre falleció el pasado lunes frente a la costa de Hadera, Israel, tras ser atacado por un tiburón en una zona que no está habilitada para el baño.

Imagen de archivo de un gran tiburón blanco

Un hombre falleció el pasado lunes frente a la costa de Hadera, Israel, tras ser atacado por un tiburón. El ataque se produjo en una zona que no está habilitada para el baño en el norte del país. Sus restos fueron recuperados cuatro días más tarde por la Policía de Israel tras un amplio operativo de búsqueda con patrullajes por tierra, mar y aire.

La zona en la que se produjo el ataque carece de socorristas y acceder a ella está prohibido, pero es un enorme atractivo turístico debido a la presencia de tiburones. De hecho, unos minutos antes del ataque, la zona estaba repleta de visitantes.

Cada vez hay más personas que acuden para tomarse fotos con los animales, por lo que, aunque no se han registrado ataques desde 1940, cada cierto tiempo circulan por las redes sociales vídeos de situaciones angustiosas. Por ello, las autoridades israelíes advierten de los riesgos que conlleva acercarse a estos animales y que "no son mascotas".

"Los tiburones son una máquina de guerra, no una mascota, y hay que reconocerlo y tener cuidado", afirma Doron Elmashaly, comandante de la Unidad Especial de Rescate de Israel.

De hecho, los científicos aseguran que los influencers son los principales culpables de que los tiburones hayan aumentado su presencia en primera línea de playa, como ha sucedido en otros puntos turísticos, como las Islas Maldivas, donde los ataques se han multiplicado en los últimos años.

Sin embargo, ni siquiera tragedias como la acontecida en Israel disuaden a los imprudentes que hacen del turismo un deporte de riesgo.