Las labores de trabajo para tratar de achicar el agua de los barrios inundados de Zaragoza puede prologarse hasta tres días. Los buzos tuvieron que rescatar a varias personas por la fuerte tromba de agua que cayó el pasado jueves en la capital aragonesa, y ahora, con el ascenso de temperaturas, toca evaluar los daños.

La histórica tormenta ha dejado las calles de Zaragoza llenas de barro y los coches han quedado completamente destrozados. El Ayuntamiento de Zaragoza estudia pedir la declaración de zona catastrófica ante los graves daños provocados por la tormenta.

Los vecinos aún siguen consternados por una tromba de agua sin precedentes en la ciudad. Según explica una lugareña, en cuestión de minutos su garaje se llenó de agua, y en el colegio María Zambrano, con tan solo 10 meses de vida, todo lo que había en su interior ha quedado inservible. Hasta los árboles han quedado arrancados de raíz tras las fuertes rachas de viento de hasta 87 km por hora, en Ontinar de Salz.

Además, este mismo viernes una tormenta similar azotó La Rioja, dejando carreteras intransitables y calles completamente anegadas. Este mismo sábado, en Rincón de Soto siguen limpiando y evaluando los daños.

Las calles se convirtieron en canales por los que circulaba el agua sin control, llegando incluso a entrar en los bajos de las viviendas. El canal de Lodosa se desbordó y la marea entró en el casco urbano hasta medio metro de agua con barro tiñó las calles de Rincón.

Los vecinos trataron de abrirse paso entre el caudal de agua, aseguran, con gran "sensación de impotencia": "En la vida habíamos visto algo así en Rincón", ha insistido un vecino. Ahora toca rehabilitar las carreteras, que continúan anegadas, así como las vías del tren, cubiertas de lodo.