Padecían leucemia
"Estaban condenados a fallecer": el hito médico de la sanidad pública que ha salvado a Santiago y a otros siete niños más
Los detalles Un equipo de médicos del Hospital La Paz ha elaborado un tratamiento a base de células madre para crear un medicamento que cabe en una cuchara.

Resumen IA supervisado
Santiago Osal fue diagnosticado con leucemia a los nueve años, y tres años después, le dijeron que no había tratamiento posible. Su madre, Desi, describe el impacto emocional como una "montaña rusa", pero mantuvo una actitud positiva. A pesar del pronóstico desalentador, Antonio Pérez Martínez y su equipo en el Hospital de La Paz lograron un avance médico histórico. Utilizando un tratamiento con células, salvaron la vida de Santiago y la de otros siete niños. Este tratamiento, accesible y sostenible en hospitales públicos, ha sido un alivio para las familias. Santiago ahora mira hacia el futuro con optimismo.
* Resumen supervisado por periodistas.
Apenas tenía nueve años cuando a Santiago Osal le dieron el primer diagnóstico. Le dieron una noticia que, dice, "toco aceptar". Padecía leucemia, una enfermedad de la que, tres años más tarde, le dijeron que no tenía tratamiento posible. "No había solución", cuenta el joven.
La enfermedad estaba en fase muy avanzada y Desi, su madre, reconoce que se quedó "en shock". "Es un golpe demasiado fuerte. No lo asumíamos. Es como una montaña rusa", cuenta sobre sus emociones al conocer el diagnóstico de su hijo.
"Eres el pilar fundamental para él, y no tienes que decaer. Siempre hay que estar positivo a pesar de que el diagnóstico era muy fuerte", prosigue Desi.
Sin embargo, Antonio Pérez Martínez, jefe de Servicio de Hemato-Oncología Infantil del Hospital de La Paz, obró un hito histórico para la medicina. Tanto él como su equipo lograron convertir en posible lo que en su día parecía imposible.
Porque gracias a un tratamiento elaborado con células no solo han salvado la vida de Santiago sino también la de otros siete niños más. "Estos pacientes estaban ya condenados a fallecer", cuenta el doctor.
"Esto lo hemos hecho en el hospital. Es algo que garantiza la sostenibilidad de terapias tan caras, el poder hacerlas en hospitales públicos y que sean accesibles a las personas que lo necesitan", explica Pérez Martínez.
Su madre reconoce que todo ha sido "un alivio": "No solo enferma el niño, también los padres al pensar por lo que están pasando".
El medicamento que ha salvado la vida a Santiago cabe en una simple cuchara. "Es una transfusión. Es super rápido. Ni te das cuenta".
Ahora, gracias a un hito histórico para la medicina, ya piensa en el futuro: "Voy a ir a clase, a hacer amigos nuevos..."
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