Desde hace unos meses, casi desde que empezó la campaña de vacunación contra el coronavirus, circula el mito de que la vacuna contiene elementos magnéticos en su interior. Mucha gente se ha grabado pegándose objetos como llaves, monedas o cubiertos y, cuando se han quedado adheridos a la piel, lo han achacado a la inyección de los sueros. Son los casos de negacionistas que han querido llenar las redes de bulos que ya se han desmentido. Pero hay quienes aún insisten.
Es el caso de una sanitaria de Ohio que ha acudido a la Cámara de los Representantes con el objetivo de demostrar que las vacunas contienen metales pesados. Pero ha quedado en evidencia, ya que la prueba le ha salido mal. Como se puede ver en el vídeo, la mujer comienza su alegato diciendo que las vacunas "hacen daño a la gente" y se remite a unas declaraciones de la doctora Sherry Tenpenny en las que asegura que las vacunas llevan metales en su composición.
En plena Cámara de los Representantes, no duda en sacar una llave y pegársela al pecho. Esta no se cae, pero cuando cambia de zona, sí lo hace. Intenta colocarse la llave en el cuello y se precipita. Decide cambiar de útil: utiliza un clip, que pesa menos, y corre la misma suerte. En el vídeo se ve cómo las personas que están detrás de la enfermera no se creen lo que ven.
Una mujer hace muecas y gestos de incredulidad, mientras que un hombre se ríe cuando los objetos se caen de la piel. El vídeo ya cuenta con cinco millones de reproducciones y ha sido fuente de memes para muchos usuarios. Boticaria García ya apareció en Zapeando para desmentir este bulo. Aseguró que las vacunas "no llevan metales pesados ni compuestos ferromagnéticos" y explicó el porqué de los vídeos en los que las monedas o los tenedores se quedan pegados a la piel: "La piel es grasa (…) Tenemos un manto lipídico, y dependiendo del tipo de piel, puede ser más o menos pegajoso".
Una casa para Pepica
Pepica, con 89 años, perdió su hogar en la DANA: su familia lanza campaña en redes para reconstruir su casa
Su historia El 29 de octubre de 2024, la riada arrasó con la casa de Pepica. Su hijo la salvó abriendo una salida improvisada. Ahora, su familia impulsa un crowdfunding para reconstruir su hogar y recuperar lo perdido.