La primera medida de Gonzalo Pérez Jácome como nuevo alcalde de Ourense será que los funcionarios municipales tengan que fichar. "Hay un chiste que dice que la persona más rápida de Ourense es un funcionario porque tenía que salir a las 15:00 y a las 14:30 horas ya estaba comiendo", apunta Pérez Jácome.

Desde hace tiempo, los empleados públicos se han convertido en la particular bestia negra de Jácome. "Ya se acabó el escaquearse y el vivir de Jauja como están viviendo la mayoría de funcionarios de Ourense", afirmaba el actual alcalde en mayo de 2015.

Los funcionarios le han respondido. "Trata de evitar los problemas graves de la ciudad y nos carga el muerto a nosotros, los trabajadores", ha denunciado el presidente de la Junta Personal del Concello de Ourense, José Manuel Rodríguez. No son los únicos. En la lista de enemigos de Pérez Jácome también está la Policía Local.

El alcalde de Ourense, de querer echar al PP a ganar con sus votos: "Pactaría con el demonio si consigo el cielo para la ciudad"

Con el cuerpo policial ha mantenido varios encontronazos, como cuando se encaró con un agente fuera de servicio que había estacionado mal. Curiosamente, la misma infracción por la que en su primeras horas como regidor le han multado: ha dejado el coche de su empresa en el reservado para el coche oficial.

"Si voy a tener represalias por esto, virgen santa. Si hay que entrar en la guerra se entra, nosotros venimos preparados", ha asegurado el alcalde de Ourense. Él es un polémico empresario con un canal de televisión local y que llega a la alcaldía tras pactar con su máximo rival, el presidente de la Diputación de Ourense.

Precisamente, con Baltar firmó que siguiera en la Diputación a cambio de que Jácome fuera investido alcalde de la ciudad, incumpliendo una de sus primeras promesas electorales: terminar con Baltar. "Pactaría con un demonio si con ello consigo el cielo para la ciudad", afirmó a Mamen Mendizábal en Más Vale Tarde. Un incumplimiento de su programa al que algunos han respondido con una pintada en un local suyo: 'traidor'.