Nicolás Rando es el
guardia civil del Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (GREIM) que sacó el cuerpo del pequeño Julen del pozo de Totalán donde llevaba atrapado casi dos
semanas. En declaraciones a laSexta, el agente ha relatado cómo fue la primera
llamada el día que sucedió todo.
"Nos encargamos del operativo
de rescate, tanto de Julen cuando llegara el momento, como para rescatar a
algún minero si le pasaba algo", explica Rando, que también ha contado cómo fue
el momento decisivo: "Fuimos tres componentes del equipo de montaña los que
bajamos e hicimos el trabajo de inspección y de todo. Salió, se vio lo que
estábamos buscando".
El mismo agente cuenta
en una entrevista en el diario Sur que le tocó a él: "Tuve sensaciones
encontradas. Un cierto alivio por haber terminado el trabajo terminado. Pero
enfurecido por el resultado. No le doy vueltas. Hemos movido tierra como para
parar siete aviones, hemos conseguido llegar a él y lo hemos sacado. No estaba
vivo, eso es lo peor. Pero lo hemos dado todo".
El guardia civil apunta
en declaraciones al mismo diario que el material del tapón de arena que cubría
el cuerpo era diferente al de la superficie: "Hicimos una cata y vimos que la
tierra era diferente. Mi compañero metió una cámara por el agujero que abrimos.
Y vio al niño".
Nicolás apunta que el momento fue "duro" y con "mucho estrés" y "mucha presión": "Son muchas sensaciones encontradas cuando todos tenemos
familia y algunos tenemos hijos de esa edad. Intentaremos pasar página como
profesionales que somos pero es un momento que vives con especial dureza".
Rando, padre de un niño
de 4 años, cuenta que durante el tiempo que se prolongó el rescate su hijo le
despedía cada mañana con la misma pregunta: "Papá, ¿hoy vas a rescatar ya
a Julen?".
Reconoce, por otro lado,
que consuela "un poco" saber que la autopsia ha determinado que Julen
murió el mismo día de la caída -el domingo 13 de enero- y no esperando el
rescate. Aunque sabía que "iba a tener que hacerlo" por su condición
de experto en rescate de montaña, cuando el agente dejó al pequeño en la carpa,
donde esperaban dos forenses, se tuvo que ir a un lugar apartado de la
plataforma de trabajo y se derrumbó.
El guardia civil recibió
el pasado 13 de enero la llamada de un amigo que es bombero del Consorcio
Provincial, quien le contó que un niño había caído por un pozo de 25
centímetros de diámetro en Totalán y que no sabían que hacer, de modo que llamó
a sus jefes, que ya iban de camino, y se ofreció.
Recuerda los primeros
días del operativo como los de los inventos, "con mejor o peor
resultado", centrados en retirar ese tapón de arena húmeda detectado por
las cámaras de 71 metros de profundidad del pozo.
Cuenta que la idea era
succionarlo, pero entonces "surgió el problemón", pues se rompió la
manguera y se quedó atascada con la cámara dentro, un atasco que tardó en
resolverse más de 36 horas.
Tras superar diversos
contratiempos, llegó el momento del descenso por el pozo paralelo con la
cápsula. "Abajo no había turnos. Allí se estaba hasta que ya no se podía
más". Rando confiesa que al bajar sintió una sensación extraña.
"Yo me he metido en
agujeros más estrechos y claustrofóbicos, pero aquello...Miras hacia arriba y piensas:
'Si pasa algo aquí...".
El mando del dispositivo
reunió a guardias civiles, mineros y bomberos y les pidió que siguieran
trabajando igual, con la misma discreción porque la familia tenía que ser la
primera en saberlo. En el siguiente descenso bajaron tres agentes del GREIM de
Álora -Nicolás Rando, entre ellos- y un minero por si había que seguir picando.
"Me tocó a mí", ha concluido.
Los mineros de la brigada de Hunosa han explicado la dificultad del rescate de Julen. Reconocen que fue distinto a otros al tratarse de un niño tan pequeño. "Todos somos padres", han reconocido y por eso era tan importante que las voladuras fueran técnicamente perfectas para evitar vibraciones.
La investigación del caso de Julen estudia por qué el cuerpo del pequeño estaba cubierto de tierra
El motivo por el que estaba cubierto de tierra el cuerpo de Julen, el niño de 2 años que cayó a un pozo en Totalán, es uno de los aspectos que tendrá que determinar la investigación que esclarecerá las circunstancias del suceso.