El reconocimiento recibido ha sobrepasado a los mineros. "Nos desencajó positivamente", ha dicho Sergio Tuñón, director técnico de la Brigada de los mineros.

Tuñon también estuvo sobre el terreno y sus compañeros, lo héroes del rescate, le han acompañado pero se han quedado en un segundo plano.

Un exceso de atención que, dicen, también tuvo su parte negativa. Aunque insisten en que el trabajo fue el mejor posible. "Se hizo en dos o tres días lo que se hubiera tardado meses", ha añadido Tuñón.

Admiten también que terminió teniendo una implicación personal: "Todos tenemos hijos en esa horquilla de edad".

Por eso cuidaron cada movimiento que hicieron: "Sabemos que una voladura genera vibraciones, por eso se recurrió a la mínima carga".

Un total de 13 días en los que, literalmente, se logró mover una montaña. Esperaban un final, pero obtuvieron otro: "Nos hubiera gustado otro desenlace, hicimos lo que pudimos y lo mejor que pudimos".

Además, los mineros han aprovechado para reivindicar el papel de su brigada. Recuerdan que llevan 107 años trabajando y seguirán acudiendo a ayudar dicen, cada vez que suene su teléfono.