Llegó desde Guinea hace dos años y medio. Tras una tormentosa travesía hasta Marruecos consiguió entrar en Ceuta en patera. Pertence al partido político de la oposición y asegura que está perseguido y amenazado de muerte. "Hay 53 jóvenes de nuestra etnia que la Policía les ha matado".

Ahora se encuentra en un piso de acogida de Sevilla y va a pedir asilo político, pero tiene miedo de que le devuelvan a su país. Como refugiado él tiene garantizada la protección, pero las ONGs temen que las devoluciones en caliente que está buscando regularizar el Gobierno supongan una vulneración de derechos.

Suleha también está refugiada, vino huyendo de la guerra de su país, Somalia y de su marido. Llegó a Madrid hace siete años en busca de un futuro mejor. Ella y sus 7 hijos agradecen la ayuda recibida, aunque reconoce que la situación aquí es difícil. Sin embargo prefiere esto antes que perder la vida en Somalia. Ahora sonríe porque sabe que no corre peligro.