La investigación arrancó a principios de este mes, cuando un matrimonio residente en Torrevieja se ausentó unos días para irse de vacaciones y, al volver a su domicilio, descubrió que alguien había accedido a él de manera fraudulenta.

Los agentes descubrieron que en ese mismo edificio había cinco domicilios más ocupados de manera ilegal, lo que levantó sus sospechas. Tras las pesquisas, comprobaron que los gestionaba una española, de origen bosnio, de 28 años, que había ideado una red de estafas para el alquiler de viviendas.

Todas las familias afectadas tenían contratos de alquiler con ella, aparentemente legales y redactados en fechas recientes. Sin embargo, habían sido rellenados con datos falsos de un supuesto titular de la vivienda. La sospechosa figuraba como su persona de contacto en todos los casos.

En cuanto al modus operandi, la Guardia Civil ha comprobado que la detenida accedía a las viviendas que sabía que iban a estar vacías, aunque fuese temporalmente, para lo que forzaba las cerraduras de la puerta de entrada principal.

Después cambiaba las cerraduras de la puerta violentada y procedía a alquilar las viviendas a otras familias, algunas hasta con niños menores de edad. En algunos casos, antes de que entrasen a vivir los nuevos inquilinos, sustraía del interior de los domicilios los objetos que le llamasen la atención, normalmente de valor.

Desde la Benemérita destacan el grado de "perfeccionamiento" que alcanzaba con cada alquiler irregular que realizaba, ya que obtenía información de los propietarios forzando los buzones y extrayendo sus datos personales de la correspondencia para así dar más veracidad a los contratos falsos. De hecho, en el momento en que fue detenida portaba cartas de diferentes viviendas.

La detenida también acudía mensualmente a cobrar los alquileres en persona y vivienda por vivienda, como si se tratara de una mediadora autorizada por el dueño. La investigación ha desvelado que algunos de los domicilios incluso se ofertaban en internet, en una conocida página de compraventa de segunda mano.

Por todo ello, a la detenida le imputan los presuntos delitos de falsedad documental, estafa, allanamiento de morada y robo con fuerza. Hasta el momento hay cinco familias afectadas, que pensaban que el contrato de alquiler que firmaron con ella era completamente lícito.

La joven a ha pasado a disposición judicial, que ha decretado su ingreso en prisión provisional por la gravedad de los hechos y por ser reincidente, puesto que ya fue arrestada por los mismos delitos en noviembre del año pasado y también fue encarcelada.

Ante este tipo de casos, la Guardia Civil advierte de los riesgos al alquilar viviendas fuera de los canales seguros, como inmobiliarias o agentes colegiados de la propiedad inmobiliaria. También por confiar en un tercero que no es el titular del domicilio a alquilar y dice actuar en nombre de ese propietario legal.

El instituto armado subraya así la necesidad de asegurarse fehacientemente de la titularidad de la vivienda alquilada, así como de exigir una fotocopia de los documentos de identidad de la persona arrendadora.

En caso de una ausencia temporal del domicilio, aconseja que algún familiar, amigo o vecino de confianza recoja la correspondencia, tanto para evitar denotar que la vivienda está vacía como para que las cartas no sean sustraídas, como en este delito.