Fueron los vecinos de un edificio de la calle Noria los que dieron la voz de alerta. De un piso emanaba un fuerte olor a marihuana, hasta el punto que algunos de ellos sufrían vómitos y dolores de cabeza. Los agentes lo comprobaron y establecieron el correspondiente dispositivo policial, realizando las operaciones oportunas para la identificación de los inquilinos de la vivienda, que finalmente fueron detenidos y puestos a disposición judicial.

Durante el registro domiciliario les requisaron una gran cabina hidropónica de cultivo vertical de marihuana, totalmente equipada con iluminación, ventilación, control de humedad, etc., con un total de 145 plantas en un estado avanzado de crecimiento.

También había numerosas plantas de la misma sustancia, de un cultivo anterior, en un secadero artesanal, así como fertilizantes y otros productos químicos, balanzas de precisión, útiles para envasado y dos armas de fuego simuladas, fusil de asalto AK 104 y pistola FSG, replicas de las reales.