Agentes de la Policía Nacional han detenido a seis personas con edades comprendidas entre los 36 y 47 años, como presuntos autores de un robo con violencia o intimidación en un domicilio de Murcia y cinco robos con fuerza en las cosas en Almansa (Albacete) y en distintas localidades alicantinas como Villena, Orihuela, Caudete y Elda, según ha informado el Ministerio del Interior.

Los detenidos eran un grupo itinerante, con movilidad por toda España, al que se le ha intervenido una elevada cantidad de herramientas para la fabricación de sus propios útiles para la práctica de los diferentes robos. Entre los arrestados se encuentra el 'mecanic', persona dedicada exclusivamente al diseño y elaboración de herramientas y ganzúas específicas para forzar las puertas de las viviendas.

La investigación comenzó cuando los agentes se percataron de un repunte de los robos en domicilio en la ciudad de Murcia y de Cartagena, hechos delictivos ejecutados con un modus operandi que requería, por parte de los ladrones, de una cierta especialización.

Concretamente, el pasado día 20 de febrero tuvo lugar un robo con violencia e intimidación en un domicilio situado en la avenida Montecarmelo de Murcia, sufriendo la propietaria diversas lesiones provocadas por los presuntos autores del robo.

Se inició así una investigación que llevó a la localización e identificación de los miembros de un grupo criminal de nacionalidad georgiana que estaban asentados en la localidad de Torrevieja (Alicante). Las diferentes indagaciones de los investigadores permitieron conocer que se trataba de una banda criminal formada por seis personas.

Los detenidos, todos de nacionalidad georgiana, disponían de varios vehículos, tanto propios como alquilados, y de varias viviendas en Torrevieja. Todas las mañanas, los integrantes de este grupo se desplazaban a provincias limítrofes o cercanas como Murcia, Cartagena o Albacete con el fin de perpetrar sus robos, es decir, actuaban de forma itinerante por todo el levante español hasta el norte de la Comunidad Valenciana.

Mediante el uso de técnicas especializadas de 'bumping' o uso de ganzúas, los delincuentes accedían a las viviendas sin dejar marcas ni forzar, aparentemente, los bombines de las puertas de entrada. Previamente los ladrones marcaban los domicilios con tiras de silicona entre el marco de la puerta y la misma puerta, a escasos centímetros del suelo, con objeto de detectar la presencia de algún inquilino en el interior, ya que si alguien hubiera accedido a la vivienda la tira de silicona se encontraría fracturada.