Irrumpen en una sucursal bancaria de Barcelona con varias armas de fuego, maniatan a los empleados del banco y huyen con más de 30.000 euros de botín.

Son atracadores profesionales, pero con la peculiaridad de que tienen 73 y 80 años.

"Estas dos personas, según describieron los testigos, iban con chalecos reflectantes y armas de fuego para intimidar a los trabajadores de la entidad y apoderarse del botín", explica Gema Méndez, portavoz de la Policía Nacional.

Los dos ancianos estaban preparando un atraco en Madrid cuando la Policía les detuvo. En su vivienda encontraron dos pistolas, cascos de moto, guantes, grilletes y documentación falsa. También una plantación de marihuana.

"Los agentes comprobaron que tenían carta de identidad italiana y gracias a Europol, pudieron contactar con policías italianos, que identificaron a estas personas", añade Méndez.

Huían siempre juntos en transporte público y su apariencia pasaba desapercibida. Nadie podía imaginar que dos ancianos en autobús, en realidad, escondían la identidad de dos violentos atracadores de bancos.