Entre los países que reconocen los derechos de los homosexuales sólo nueve contemplan específicamente la no discriminación por razones de orientación sexual en sus constituciones y únicamente tres: Brasil, Ecuador y Malta, prohíben las denominadas terapias de conversión.
En el mundo hay 75 países que criminalizan las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo e incluso ser gay o lesbiana puede costar la vida en 13 de ellos.
Según el informe 'Homofobia de Estado', de la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transexuales e Intersexuales, la protección y el reconocimiento a los homosexuales está presente en los países del norte de América y algunos del Sur, Australia y la mayor parte de Europa.
En cambio, la criminalización a estos colectivos se extiende por buena parte de Europa del Este, todo Asia, África y parte de Centroamérica y América del Sur.
En muchos lugares, además, los homosexuales, aunque no son perseguidos por la ley, si son objeto de rechazo social, discriminación e incluso acoso.
Entre los países que reconocen los derechos de los homosexuales solo nueve contemplan específicamente la no discriminación por razones de orientación sexual en sus constituciones y únicamente tres, Brasil, Ecuador y Malta, prohíben las denominadas terapias de conversión, tratamientos que pretenden "reconducir" la orientación sexual.
En realidad, la mayor parte de los países del mundo no tienen una normativa que proteja los derechos de los homosexuales, aunque en los últimos años se han registrado avances significativos.
Por contra, en el otro extremo, se sitúan un importante número de países en los que los homosexuales se ven obligados a ocultar su orientación sexual, ven diezmados sus derechos, son encarcelados o incluso, pueden ser condenados a muerte.
La pena de muerte para las relaciones homosexuales está vigente en países como Irán, Arabia Saudi, Yemen y Sudán la aplican en todo el territorio; Somalia y Nigeria, en algunas provincias; y Dáesh castiga con la muerte a esas minorías sexuales en los territorios que controla en el norte de Siria y el noroeste de Irak.
Por lo que respecta a España, figura entre los países más avanzados del mundo en cuanto al reconocimiento y la protección de los derechos de los homosexuales, aunque ha retrocedido hasta el noveno puesto en el último ránking europeo sobre la situación de los derechos del colectivo de lesbianas, gais, transexuales, bisexuales e intersexuales (LGTBI), situándose por detrás de Malta, Noruega, Reino Unido, Bélgica, Francia, Dinamarca, Finlandia y Portugal.