El crimen de Isaac, el expolicía local con discapacidad enterrado en una parcela de su mujer en Godelleta (Valencia), sigue arrojando nuevos y macabros datos después de que su pareja haya ingresado en prisión provisional acusada de un delito de asesinato.

Según informa 'Levante-EMV', el hijo menor de esta mujer ha confesado ante la Fiscalía de Menores que ayudó a su madre a enterrar vivo a su padrastro en una fosa excavada en la parcela donde fue encontrado el cadáver. El joven ha señalado que fue su madre quién estranguló con cuerdas a su marido antes de enterrarlo vivo.

El menor, que fue detenido por la Policía Nacional, confesó su implicación en los hechos en ese mismo momento: su relato casa en cada detalle con las evidencias encontradas por los investigadores.

El cuerpo fue encontrado el pasado martes cuando la Policía siguió a la sospechosa hasta el terreno en el que estaba el cadáver enterrado. La historia de este crimen comenzó el pasado 1 de diciembre, cuando este hombre residente en Valencia desapareció. Desde el primer momento se puso el foco sobre su mujer, que tardó cuatro días en denunciar su desaparición. De hecho, la Policía averiguó que ella menospreciaba a su marido, que sufría una grave enfermedad neurodegenerativa, e incluso grabó un vídeo burlándose de que Isaac no podía coger el mando de la televisión.

El cadáver fue encontrado cubierto de sacos de cal viva para acelerar la destrucción del cuerpo y también se halló un bloque de hormigón con el que su mujer trató de matarlo a golpes. Según ha confesado el menor, al ver que no conseguía su propósito, le ordenó que le diera unas cuerdas con las que ató el cuello de la víctima para estrangularlo y rematarlo.

A pesar de ello no consiguió su propósito y es que los forenses hallaron tierra en los pulmones de Isaac, lo que apunta a que seguiría vivo una vez enterrado. La mujer habría llevado a su marido con el coche especial para personas con discapacidad hasta el borde del agujero y escondió la silla entre los arbustos del terreno.

La acusada está internada en la prisión de Picassent y su hijo en un centro de menores en régimen cerrado.