La Audiencia de Barcelona ha condenado a 59 años de cárcel a Alejandro Cuartero por matar a martillazos a los padres y a una sobrina de su expareja en el piso del barrio de la Sangrada Familia de Barcelona en el que vivían, como venganza por la ruptura sentimental.

En la sentencia, la Audiencia de Barcelona se ha basado en el veredicto de culpabilidad emitido por el tribunal popular y condena a Cuartero a 59 años de prisión, frente a los 66 que pedía la fiscalía: 35 por el asesinatos con alevosía de los dos ancianos, 22 y medio por un asesinato con alevosía y ensañamiento de la menor, y un año y medio por la violencia psíquica ejercida contra su expareja.

El pasado 27 de marzo, los nueve integrantes del tribunal popular concluyeron que Cuartero cometió en enero de 2012 el triple crimen en el barrio de la Sagrada Familia tras la ruptura con su expareja, a la que previamente había sometido a seguimientos y a maltrato psicológico.