Sandra lleva ocho años trabajando en España y arrastrando una enfermedad en su pie. El temor a ser despedida le impidió pedirse una baja. "Muchas de las empresas si estas mucho tiempo de baja te echan a la calle", ha asegurado.

Y no ha sido hasta ahora cuando ha podido pedírsela. "Ahora si tengo la seguridad de poder estar de baja y saber que no pierdo mi puesto de trabajo", ha añadido.

Con la crisis, las bajas por enfermedad descendieron a casi la mitad desde el año 2007 hasta 2013. Pero con la recuperación económica hay un cambio de tendencia.

"La gente teniendo la percepción de que hay una destrucción menor de empleo, si se sienten enfermas, van y piden la baja, cuando en otras ocasiones si hay miedo a la pérdida de empleo van a trabajar", ha manifestado Carlos Bravo, secretario de protección social y políticas públicas de CCOO.

Pero el gasto en las bajas por enfermedad que crece progresivamente un 14,5% no se corresponde con los presupuestado por el Gobierno para este año. En 2015 se destinaron 6.158 millones de euros y para el año 2016 se han presupuesto 5.404 millones; un 12% menos que año anterior.

Una partida de gasto que La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal considera insuficiente y podría suponer una desviación de casi 1.250 millones en el objetivo del déficit.

"Faltan mil millones de euros y la razón es porque no se han presupuestado. Porque el que tenía que hacer el presupuesto no lo ha hecho de forma realista y responsable", ha añadido Bravo.

Mil millones de desviación que complican aún más cumplir con los objetivos de déficit que marca Europa.