El crujiente perfecto del carbón dulce, uno de los productos más demandados en los días previos a la noche de reyes, se consigue con cinco ingredientes. En un olla, ponemos agua, azúcar, esencia de vainilla, colorante negro y, por último, el merengue. Toca remover y, una vez lo tenemos todo integrado, le damos fuego y a cocer.

¿Qué debemos tener en cuenta para preparar el carbón dulce? Ricard Bonfill, encargado de 'Papabubble Caramelos Artesanos' de Barcelona, dice que "hay que batirlo fuertemente para que se integre todo bien".

La mezcla de los ingredientes debe ser rápida. La clave para conseguir la consistencia perfecta es la temperatura, que debe estar a 136ºC exactamente. Una vez tenemos hecha la masa, se vierte en una bandeja... y como si de un volcán se tratara, la mezcla duplica el tamaño en segundos.

Dejamos enfriar un par de minutos y podemos trocearlo con facilidad. En media hora, tenemos nuestro carbón dulce. El resultado: unos poros, una esponjosidad, una consistencia que se deshace como arena en la boca, describe Bonfill. La producción de carbón dulce en Navidad es de unos 50 kilogramos. Una receta fácil y rápida que muchos ya han puesto en práctica en sus casas.

Por un lado, tenemos el dulce tradicional, "que es el que más se se consume", nos cuenta Samuel Serrano, de 'La Barra Dulce' de Madrid. Pero van saliendo nuevas variantes que se elaboran con diferentes colores y sabores. "Hacemos un carbón rojo, que tiene sabor de fresa. Y también hacemos el carbón blanco, con sabor a plátano", subraya Bonfill.

Muchos queremos que los Reyes Magos nos traigan regalos, pero si nos dejan carbón debajo del árbol, seguro que será para endulzar, algo más, lo que queda de Navidad.