Cinco jóvenes italianos, que trabajaban como empleados en un hotel, han sido condenados a 36 años de prisión por drogar y violar en grupo a una turista británica de 50 años y posteriormente difundir el vídeo sexual por un grupo de WhatsApp.

Según el diario 'The Sun', los hechos ocurrieron en Sorrento (Italia), en octubre de 2016. La víctima pasaba unas vacaciones con su hija tras el reciente fallecimiento de su marido. Durante el último día de su estancia en el hotel, dos camareros les ofrecieron unas bebidas. Poco después comenzaron a sentir malestar y la madre desapareció.

Según la Fiscalía italiana, la mujer fue llevada a una habitación colindante con la piscina del hotel donde fue violada por estos camareros. Posteriormente fue trasladada a una habitación de personal del hotel, donde volvió a ser violada junto a otros compañeros y se tomaron las imágenes que después se enviarían por un grupo de WhatsApp. Tras el ataque sexual, la llevaron de vuelta a su habitación.

No fue hasta su regreso a Kent (Reino Unido), donde viven ambas mujeres, cuando la víctima denunció los hechos a la Policía.

Por un lado, la policía transalpina rastreó a los agresores mediante la incautación de los registros de trabajo así como de los teléfonos móviles que contenían imágenes de la víctima.

Sus homólogos de Reino Unido les enviaron un análisis de estupefacientes que confirmó que la mujer había consumido un alto nivel de drogas el día de la agresión. Unos resultados que, según el diario británico, los abogados de los acusados reclamaron al indicar que la mujer consumía tranquilizantes desde la muerte de su esposo.

Sin embargo, una prueba de ADN mostró que la mujer tenía restos genéticos de dos hombres, que resultaron ser de dos de los agresores. El móvil de la víctima también fue determinante en la investigación, puesto que contenía imágenes de dos de los acusados que fueron identificados por sus tatuajes.