El cambio climático amenaza la salud de las personas. La OMS atribuye siete millones de muertes prematuras a la contaminación y otro estudio dice que en Europa murieron el año pasado casi 62.000 personas por exceso de calor. Detrás de ambos fenómenos está la quema de combustibles fósiles.

"Esto hace que haya patologías asociadas a esas temperaturas extremas, sobre todo en los pacientes más frágiles", explica Ángel Nieto, médico internista del Hospital Clínico San Carlos.

Existen otras víctimas, las que dependen de los recursos naturales y los ciclos del agua. El año pasado hubo 32 millones de desplazados por la crisis climática. "Lo sufren más quienes menos contribuyen al cambio climático", destaca Mónica Rull, directora médica, directora médica de Médicos Sin Fronteras.

La malaria afecta a mil millones de personas en África, Asia y América Latina, causando en 2022 más de 600.000 muertes. "Estamos viendo malaria en zonas donde antes no había porque la temperatura ha subido y el mosquito puede sobrevivir", indicado Mónica Rull.

Por otro lado, el dengue ha provocado 20.000 muertes en un año. Los casos se han multiplicado por ocho en las últimas dos décadas, y para el mundo occidental ya es una amenaza. "Enfermedades que estaban en otras latitudes, como el dengue o la malaria, ya afecta a pacientes de nuestro medio", señala Ángel Nieto.

Una situación que se produce porque el aumento de la temperatura global y las lluvias torrenciales favorecen la propagación de ambas enfermedades. "El dengue va a ser probablemente la próxima pandemia", apunta Mónica Rull.

La ONU advierte que entre 2030 y 2050 el cambio climático provocará 250.000 muertes adicionales al año. "Vamos hacia un abismo de proporciones desconocidas", advierte el médico internista del Hospital Clínico San Carlos.

La ciencia insiste en que el mejor antídoto es dejar de emitir gases de efecto invernadero, dejando claro que la salud del planeta, y también la nuestra, están en juego.